Después de 24 días desde el debate que enfrentó al presidente Biden con el candidato Trump en Atlanta, el presidente declinó a la reelección presidencial. Biden ha puesto énfasis en la recuperación post-pandemia, la infraestructura, el cambio climático y la justicia social.
A pesar de estos logros, la percepción política al interior del partido demócrata fue de debilidad física e intelectual para seguir promoviendo el liderazgo estadounidense. Tuvieron más influencia los factores de percepción física que los distintos litigios judiciales del candidato Trump. El intento de atentado lo ha fortalecido. La Convención Nacional Republicana dio muestra de tal liderazgo. Tanto Biden como Trump han tenido logros importantes en diferentes áreas, reflejando sus respectivas prioridades y enfoques políticos. Trump se centró en la economía, la reforma fiscal, y la política exterior unilateral.
La declinación del presidente Biden implicará un cierto debate político al interior del partido demócrata, que no existió hace seis meses en el marco de las primarias, a diferencia del partido republicano. La figura central fue el presidente Biden. Seis meses después, es cuestionado por algunos actores claves, donantes y congresistas que consideran que perderían con una candidatura debilitada por problemas físicos.
La opción política más adecuada podría ser la vicepresidenta Kamala Harris. A través de sus estilos de liderazgo, políticas y los contextos en los que operan, Harris y Trump han moldeado el panorama político de maneras distintas en los últimos años. Harris en 2021, hizo historia al convertirse en la primera mujer, la primera afroamericana y la primera persona de ascendencia asiática en asumir la vicepresidencia de Estados Unidos. Simboliza una nueva era de diversidad y representación en la política estadounidense. Su éxito y visibilidad como vicepresidenta podría fomentar una mayor participación política de mujeres y minorías. Su relevancia dependerá de su capacidad para implementar políticas de inclusión, derechos civiles y con diversidad. Mientras que Donald Trump se caracteriza por un liderazgo disruptivo y polarizador que ha redefinido el Partido Republicano y la política estadounidense contemporánea. Ha desafiado el status quo y ha dejado una marca indeleble en la política contemporánea. Su Movimiento MAGA (Make America Great Again): ha creado un movimiento político fuerte y duradero.
En la última encuesta nacional de NBC News, realizada una semana después del pésimo desempeño de Biden en el debate, tanto el presidente como Harris estaban detrás de Trump por márgenes de 2 puntos entre los votantes registrados, aunque los porcentajes reales para cada candidato eran ligeramente diferente. Trump (45%) estaba por encima de Biden (43%), mientras que superaba a Harris con 47% del apoyo frente al 45% de la vicepresidenta (NBC News, 21 julio 2024).
La relevancia política de Kamala Harris y Donald Trump es significativa y se manifiesta de diferentes maneras. Nunca en la historia de Estados Unidos, una vicepresidenta había tomado el relevo electoral para luchar por la presidencia en una fase tan avanzada y critica de una campaña electoral. Trump ha tenido un impacto profundo y polarizador tanto durante su presidencia como en su actual candidatura presidencial.