/ jueves 21 de noviembre de 2024

Crónicas Tijuanenses / Deuda con los indígenas

A partir de la información producida por la Asociación de Mediadores Bilingües y su presidenta Cristina Solano Díaz, información publicada el jueves 14 por nuestro Diario EL SOL DE TIJUJANA, nos damos cuenta que entre otras muchas cosas, los pueblos indígenas venidos de otras partes del país y los naturales de nuestra California Mexicana, les faltan intérpretes ante los distintos medios de hacer justicia y perseguir los delitos. Parece algo sin importancia, pero la tiene y mucha.

Todavía en este nuevo siglo, en casi todas las cárceles del país, hay indígenas recluidos sin saber por qué o simplemente porque no pudieron defenderse en español. Pero estas injusticias por ser tan graves, son sólo una parte de las muchas que sufren los indígenas.

Hoy todavía la mujer y el mal llamado indio, el mestizo, el afrodescendiente, o simplemente el pobre que anda en la calle sin casa y sin trabajo, sufren las injusticias de la sociedad, la indiferencia de la autoridad, el menosprecio, el abuso de policías, el ataque de delincuentes y de vivales que aprovechan su marginalidad, su pobreza o su falta de conocimiento de la lengua oficial. En Tijuana se hablan por lo menos 54 de las 68 lenguas oficiales de los pueblos naturales de nuestro país.

Por lo tanto, lo que es diversidad y riqueza, se convierte en un problema de marginación e injusticia para los hablantes de nuestras lenguas indígenas. Tijuana tiene la presencia diaria de indígenas en la indigencia y la explotación. También tiene una deuda con los pueblos yumanos, particularmente con los kumiay, que fueron dueños de estas tierras de Tijuana durante cerca de dos mil años y hoy no tienen un solo pedazo de tierra en la ciudad. ¿Por qué? Porque los echaron de su tierra, los nuevos habitantes, los marginaron y de alguna manera los empujaron a la sierra y al desierto.

El problema humano y moral para autoridades y sociedad es grande, pero tiene solución a mediano plazo. He aquí algunas propuestas pensadas durante años. Crear el Instituto de asuntos indígenas para el desarrollo de los pueblos naturales. Creación de más escuelas con profesores bilingües. Que se crearan una “asociación” de todos los pueblos yumanos de la región, con representación y personalidad jurídica, que obligara a las autoridades y al Congreso a crear programas de desarrollo y ampliaran las leyes en su defensa y protección de su cultura y sus pueblos.

(El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)

Correo electrónico: marioortizvillacorta@gmail.com

A partir de la información producida por la Asociación de Mediadores Bilingües y su presidenta Cristina Solano Díaz, información publicada el jueves 14 por nuestro Diario EL SOL DE TIJUJANA, nos damos cuenta que entre otras muchas cosas, los pueblos indígenas venidos de otras partes del país y los naturales de nuestra California Mexicana, les faltan intérpretes ante los distintos medios de hacer justicia y perseguir los delitos. Parece algo sin importancia, pero la tiene y mucha.

Todavía en este nuevo siglo, en casi todas las cárceles del país, hay indígenas recluidos sin saber por qué o simplemente porque no pudieron defenderse en español. Pero estas injusticias por ser tan graves, son sólo una parte de las muchas que sufren los indígenas.

Hoy todavía la mujer y el mal llamado indio, el mestizo, el afrodescendiente, o simplemente el pobre que anda en la calle sin casa y sin trabajo, sufren las injusticias de la sociedad, la indiferencia de la autoridad, el menosprecio, el abuso de policías, el ataque de delincuentes y de vivales que aprovechan su marginalidad, su pobreza o su falta de conocimiento de la lengua oficial. En Tijuana se hablan por lo menos 54 de las 68 lenguas oficiales de los pueblos naturales de nuestro país.

Por lo tanto, lo que es diversidad y riqueza, se convierte en un problema de marginación e injusticia para los hablantes de nuestras lenguas indígenas. Tijuana tiene la presencia diaria de indígenas en la indigencia y la explotación. También tiene una deuda con los pueblos yumanos, particularmente con los kumiay, que fueron dueños de estas tierras de Tijuana durante cerca de dos mil años y hoy no tienen un solo pedazo de tierra en la ciudad. ¿Por qué? Porque los echaron de su tierra, los nuevos habitantes, los marginaron y de alguna manera los empujaron a la sierra y al desierto.

El problema humano y moral para autoridades y sociedad es grande, pero tiene solución a mediano plazo. He aquí algunas propuestas pensadas durante años. Crear el Instituto de asuntos indígenas para el desarrollo de los pueblos naturales. Creación de más escuelas con profesores bilingües. Que se crearan una “asociación” de todos los pueblos yumanos de la región, con representación y personalidad jurídica, que obligara a las autoridades y al Congreso a crear programas de desarrollo y ampliaran las leyes en su defensa y protección de su cultura y sus pueblos.

(El autor es Cronista de la ciudad y catedrático del CUT)

Correo electrónico: marioortizvillacorta@gmail.com