¿Quiere un ejemplo de cómo el crimen, particularmente los narcos, se aprovechan de las agendas de la izquierda caviar que, supuestamente, buscan beneficiar a minorías vulnerables?
En Argentina, Ariel "Guille" Cantero, líder de la banda narco "Los Monos", pidió que lo trasladaran a una cárcel de mujeres afirmando que ¡se sentía mujer!
Buscando ir a una cárcel de mujeres, Cantero solicitó, incluso, casarse con un hombre, dizque para demostrar que si quiere ser fémina.
Ese "angelito" que ahora dice sentirse mujer, es un tipo inmisericorde, cruel y sanguinario que, desde la cárcel donde está preso, ha seguido ordenando todo tipo de crímenes.
Es un sujeto que a la madre de un secuestrado le dijo "voy a empezar a verduguear a tu hijo ¿Viste la foto que te mandé? Te voy a mandar un dedo”.
Ese hampón, escudándose en el discurso garantista, dice que es mujer y quiere irse de esa cárcel, porque el gobierno de Javier Milei ya no lo mima, como lo mimaba el gobierno "progresista" de Alberto Fernández -presidente que, por lo demás, ahora sabemos que golpeaba a su esposa-.
Ese delincuente de mierda quiere que lo lleven a una cárcel de mujeres para así recibir visitas de hombres y poder planear más crímenes, porque, actualmente, solo pueden visitarlo su esposa e hijos.
Cantero ha presentado 10 hábeas -el equivalente argentino del amparo mexicano- para exigir que lo dejen irse a la cárcel de mujeres.
Y Cantero no es el único criminal que se quiere aprovechar de la llamada autopercepción de género.
Por ejemplo, el año pasado, cuando todavía gobernaban los kirchneristas "progresistas", un homicida se escapó de una cárcel de mujeres, tras haber dicho que se sentía una y haber pedido su traslado allí.
Y nadie se confunda. En esta columna no somos, ni seremos homofóbicos. Cada quien puede -y debe- sentirse feliz con quien es.
Y no solo felices. Yo no estoy de acuerdo con, por ejemplo, esa idea de que Kamala Harris perdió porque la agenda LGBTQI+ daba "miedo" -y estoy citando a políticos del Partido Demócrata-. A nadie debe darle miedo que cada quien sea como es y quiere ser.
Pero aquí, con este caso argentino, se trata de arrojar luz sobre la forma en que los gobiernos "izquierdistas", "progresistas", usan ese tipo de herramientas para beneficiar a los criminales, que son siempre sus amigos y, en frecuentes casos, también patrocinadores de sus carreras y campañas políticas.
Y esas malas mañas generan que los derechos que se han ganado, se estrechen o reviertan para los grupos que realmente los necesitan.
Por casos como el de Cantero, es que Javier Milei, presidente argentino, anunció la prohibición de traslados de presos basados en la identidad de género. Y el diputado Álvaro Martínez presentó un proyecto de reforma a la ley de Identidad de Género, vedando esos derechos a personas con condenas penales y extranjeros con antecedentes (https://t.ly/eL2iH)
Cuando salgan las ONG y "activistas" de "derechos humanos" a quejarse del caso de Cantero y de esa ley, que no lo sorprendan: son aliados de esos criminales que buscan usar algo que debiera beneficiar a quienes lo necesitan, en una herramienta para seguir haciendo el mal
¡No se deje engañar!
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