De la inteligencia que muestren los dueños del Partido Demócrata, dependerá si ayer inició el final de la carrera política de Joe Biden, o si el mismo se aplaza hasta un 5 de noviembre que, para el todavía presidente de los Estados Unidos, se ve como pico pirenaico, tras el debate que sostuvo ayer con el republicano Donald Trump quien, por el contrario, se vio como locomotora, como mastín, como un cohete.

Biden, lo sabemos tod@s, y quien diga que no es porque se hace tont@, ha sido una marioneta al servicio de los Clinton-Obama y sus aliados, que son quienes gobiernan de verdad en la Casa Blanca.

Pero el problema es que, de tan oxidada, de tan roídas sus cuerdas, la marioneta ya ni de marioneta sirve...

La imagen que dejó Biden fue de pena ajena, horrorosa.

Tartamudeando, con la mirada perdida e inexpresiva y las manos temblando, la postura rígida, como si fuera un muñeco de cera.

Por eso, desde ayer, en redes, en medios afines al Partido Demócrata, como Político, dicen que es hora de cambiar de jinete en esta carrera.

No les falta razón.

El punto es que, en ese aferramiento a Biden, precisamente porque era una marioneta fiel para los intereses de los dueños del partido, acabaron con varios jinetes viables, a los cuales, si se les hubiera arropado, hoy podrían ser excelentes reemplazos, como Kyrsten Sinema o Eric Adams. Pero el punto era no hacerle sombra al octogenario, así que fueron dejando ciegos a todos, para que el tuerto siguiera reinando.

Los reemplazos que les gustarían a los Obama y los Clinton, se ven como más carne en el asador de Trump. La vicepresidenta Kamala Harris hiede demasiado a sinónimo de Biden y lo que representa. El gobernador de California, Gavin Newsom, ayer, antes del debate, dijo la siguiente frase 'memorable', intentando ofender a Trump: "El listón está tan bajo que con aparecer Biden ya ha ganado"...

Trump es muy bueno en debates, mucho mejor que Biden, lo que no significa automáticamente que tenga razón, sino que sus razones fueron claras y sus argumentos fueron más convincentes.

Consiguió presentar el aborto como una decisión de cada estado en vez de una ley creada desde las alturas del poder.

También evitar los temas más espinosos por la energía que destila su estilo, mientras que Biden se vio débil físicamente y no salió airoso al responder ataques personales.

Trump recordó que había bajado sustancialmente el impuesto de sociedades, la ausencia de inflación durante su gobierno y que había sido contrario a la inmigración, que se 'come' los trabajos de los afroamericanos e hispanos.

Y que la OTAN cuesta más de lo que hace a cambio por los Estados Unidos, y que la cuota americana es superior a la de países europeos.

Y que no se ve para qué los contribuyentes estadounidenses le han dado tanto dinero al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky: "Cada vez que va a Washington, se va con 6 mil millones de dólares. Es el mejor vendedor del mundo".

Además, sacó a colación el terrible caso de Jocelyn Nungaray, de 12 años, violada y asesinada por migrantes ilegales venezolanos, en Texas.

Y después, el de Laken Hope Riley, de 22 años, estudiante de enfermería de la Universidad de Augusta, quien salió a correr y nunca más regresó.

Un inmigrante ilegal venezolano, José Antonio Ibarra, la atacó para intentar violarla. Como Riley se defendió, Ibarra la quiso asfixiar y luego la golpeó hasta matarla. Hay pruebas en video contra Ibarra, quien, en solamente dos años como ilegal en Estados Unidos, ha sido detenido dos veces. Su hermano, igualmente ilegal, también fue preso, por falsificar documentos.

Y es que 2024 ya no es 2020, ni mucho menos el 2016. El 62% de los votantes registrados respalda un programa de deportación masiva, de acuerdo con una encuesta de CBS, que es un medio afín a Biden.

El presidente estadounidense mostró que, en estos momentos, no está ya no digamos para un debate o dirigir un país, sino para siquiera valerse por sí mismo

Biden dijo múltiples incoherencias. Por ejemplo, cuando habló sobre la revocación de Roe v. Wade, la sentencia sobre el aborto que anuló la Suprema Corte de los Estados Unidos en 2022, revirtiendo su legalización nacional: "Apoyo Roe v. Wade, que tenía tres trimestres (sic). El primero es entre una mujer y un doctor. El segundo es entre un doctor y una situación extrema. El tercero es entre el doctor... quiero decir, entre la mujer y el estado".

O ésta otra perla de demencia senil: "Vamos a garantizar el refuerzo del sistema de salud, que logramos que cada persona solitaria sea elegible para lo que yo fui capaz de hacer con... con el Covid, perdón, afrontar todo lo que tenemos que hacer... mire... eh... al final, vencimos al Medicare (sic)"

Tras dicha perorata, Jake Tapper, uno de los dos moderadores que puso CNN para el debate, intervino en su favor, al decir que su tiempo había acabado, y así darle la voz a Trump, porque Biden, sencillamente, estaba perdido...

Pero Trump no desaprovechó: "Él tiene razón. Él venció al Medicaid. Él lo mató a golpes. Y está destruyendo Medicare"...

Mientras, Biden acumuló más incoherencias, como esta otra: "Voy a seguir adelante hasta que logremos la prohibición total, la iniciativa total en relación a lo que vamos a hacer con más agentes de la Patrulla Fronteriza y más oficiales de asilo (sic)".

Trump, excepcionalmente canchero, le aplicó un rejón, luego de esta última: "No sé qué dijo (Joe) al final ahí. No creo que él sepa lo que dijo".

Acabado el debate, Newsom al que, por desgracia, tenemos de vecino, dijo: "No le das la espalda a un líder por un solo tropiezo. ¿Qué tipo de partido hace eso?. Este presidente ha cumplido en ejercicio del cargo. Debemos estar de su lado en este momento".

Si Newsom reemplaza a Biden, ya puede Trump estar tranquilo.

En más de un sentido, este debate recordó a los de Kennedy ante Nixon, en 1960, y Reagan ante Carter, en 1980. Incluso, la frase final de Trump hizo recordar a las que entonó Reagan para comenzar la que fue una etapa brillante en la historia estadounidense: "Somos una nación fallida, pero no vamos a seguir así; mejorará cuando sea presidente".

De acuerdo con una encuesta de la propia CNN, un 67% dio como ganador del debate a Trump.

Es la misma CNN que planteó un formato para debatir que, en teoría, beneficiaría a Biden. Pero Trump refrendó esta noche aquello de que "el que es perico, donde quiera es verde"

Mientras tanto, varias de las características de ese formato, como la pantalla dividida durante la transmisión, lapidaron a Biden, quien se veía con la mirada perdida y la boca abierta, ido, mientras Trump se mostraba vigoroso, enérgico, vital, fuerte.

Volvamos al punto inicial. Biden es una marioneta, pero ya no sirve ni de eso. Si alguien duda de su carácter de guiñol, hay que remitirlo a la toma final del debate, donde se mostró a Jill Biden, la primera dama, ayudando a Joe, quien no podía bajar las escaleras del escenario.

Si Biden no puede ni caminar, ni casi hablar, ¿cómo va a dirigir un país?

¿Jill Biden es la verdadera presidenta y el nexo con los Obama y los Clinton?

Algunos miembros del Partido Demócrata sí están en la realidad. Julián Castro publicó en X que vio a un Biden "no preparado, perdido y sin la fuerza suficiente para pelear de manera efectiva con Trump"

Castro fue secretario de Vivienda con Barack Obama y compañero de gabinete de Biden.

Pero de todos los comentarios en redes, vale la pena concluir con el de un internauta que, frente a la típica retórica de que Trump es un "peligro", reviró: "Lo realmente peligroso es que alguien que habla con el vacío tenga el maletín nuclear a su cargo"

NADA PASÓ: Tremendo lo de los editores de las secciones internacionales de algunos diarios mexicanos. Eliminaron toda referencia, en sus notas, al mal desempeño de Biden en el debate, como si nunca hubiese existido. Si eso no es manipulación informativa, no sé cómo se le pueda llamar. Si Biden hubiese ganado, por supuesto que lo habrían destacado al máximo. Así las maletas de dinero que reciben, o los depósitos en cuentas ocultas, y el nivel de infiltración de las ONG caviar en los medios mexicanos

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