/ sábado 13 de julio de 2024

Expediente Confidencial / El ataque a Trump, consecuencia del odio "progresista"

El atentado contra el candidato presidencial republicano Donald Trump, durante un mitin en Pensilvania, es consecuencia del odio que el "progresismo" lleva 15 años inculcándole a la sociedad.

Un odio que está ahí, a la vista de tod@s, reflejado en la 'cultura de la cancelación', que hace trizas a quien se atreve a pensar distinto o criticar a ese "progresismo".

La ultra izquierda ha sido la misma ayer, hoy, mañana y siempre: vive de dividir a la sociedad, de sembrar el odio, de generar polarización, de hacer uso de la violencia callejera, de matar a quien piensa diferente y se le opone.

Esa polarización les ha servido para captar a millones de personas que, con o sin razón, se sienten "víctimas", o realmente lo son, del estado de cosas.

También a grupos vulnerables como las mujeres, la comunidad LGBTQI+, migrantes, a quienes ese "progresismo" les ha prometido de todo para usarlos como carne de cañón y no les ha cumplido nada en realidad, más allá de unas cuantas medidas cosméticas -¿alguien recuerda el tuit de Shakira pidiendo el voto para Biden diciendo que le daría educación universitaria gratis a l@s jovenes latinos-.

Así, Obama iba a ser la salvación de los afroamericanos, pero las familias afroamericanas siguen siendo las más pobres de Estados Unidos. Obama, en cambio, fue la salvación de la dictadura cubana -que ya no sabía cómo sobrevivir sin Chávez- y de los intereses financieros que deseaban legalizar la mariguana.

Un grupúsculo de medios y "periodistas" se la han pasado, durante estos 15 años, festejándole sus 'gracejadas' a ese "progresismo": desde protestas violentas, hasta un discurso donde permanentemente se busca la muerte social de quien se les enfrenta.

Ese "progresismo" no ha tenido empacho en generar un odio y una división cada vez más grande en la sociedad, con tal de seguir en el poder, aunque los votos ya no le dan.

Ese "progresismo", no tiene problema en azuzar la persecución a los judíos en el mundo y luego llamar "fascistas" a sus rivales, cuando el "fascismo" perseguía judios.

Ese "progresismo" quiere seguir en el poder porque detrás suyo hay intereses siniestros, empezando por dictaduras, narcotraficantes y terroristas ¿O por qué Biden ha volteado para otro lado cuando Nicolás Maduro busca robarse otras elecciones y le otorgó clemencia a su socio Alex Saab? ¿Por qué Kamala Harris se ha quedado calladita ante la violencia contra las mujeres del régimen talibán, que tantos precursores químicos le vende al narco? ¿Por qué con Biden y Obama en el poder se han hinchado de dinero, como nunca, las mafias de tráfico de migrantes?

Y como los votos no les dan, entonces, buscan sembrar el odio contra su enemigo: Donald Trump.

Ese "progresismo" estaría feliz si a Trump lo hubieran matado y si mañana mataran a Giorgia Meloni, a Marine Le Pen o a Javier Milei.

Y luego es fascinante cuando esos "progresistas" dicen que el odio lo siembran los de enfrente.

¿De cuánto es el tamaño del negocio de ese narcotráfico, de ese terrorismo, de esas dictaduras, que están dispuestos a matar a Donald Trump porque los números no les dan ni con Joe Biden, ni con Kamala Harris, ni con Gavin Newsom, ni con Nancy Pelosi, ni con nadie?

Algo bueno debe tener Donald Trump al que quieren matarlo, ¿no?

Pero después del atentado hoy, ya pueden matarlo, que con Marco Rubio, J.D. Vance o Elise Stefanik, ese "progresismo" podrido está jodido y va a perder.

Y va a perder porque hoy enseñó a que está dispuesto para seguir en el poder: a matar.

Y quien mata, lectores, no puede ser bueno para la sociedad, ni para nadie.

P.D.: ¡Qué casualidad que el Servicio Secreto mató al tirador que atentó contra Trump! Así ya nunca sabremos quién lo envió. Aunque bueno, es fácil deducirlo, ¿no?

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com

El atentado contra el candidato presidencial republicano Donald Trump, durante un mitin en Pensilvania, es consecuencia del odio que el "progresismo" lleva 15 años inculcándole a la sociedad.

Un odio que está ahí, a la vista de tod@s, reflejado en la 'cultura de la cancelación', que hace trizas a quien se atreve a pensar distinto o criticar a ese "progresismo".

La ultra izquierda ha sido la misma ayer, hoy, mañana y siempre: vive de dividir a la sociedad, de sembrar el odio, de generar polarización, de hacer uso de la violencia callejera, de matar a quien piensa diferente y se le opone.

Esa polarización les ha servido para captar a millones de personas que, con o sin razón, se sienten "víctimas", o realmente lo son, del estado de cosas.

También a grupos vulnerables como las mujeres, la comunidad LGBTQI+, migrantes, a quienes ese "progresismo" les ha prometido de todo para usarlos como carne de cañón y no les ha cumplido nada en realidad, más allá de unas cuantas medidas cosméticas -¿alguien recuerda el tuit de Shakira pidiendo el voto para Biden diciendo que le daría educación universitaria gratis a l@s jovenes latinos-.

Así, Obama iba a ser la salvación de los afroamericanos, pero las familias afroamericanas siguen siendo las más pobres de Estados Unidos. Obama, en cambio, fue la salvación de la dictadura cubana -que ya no sabía cómo sobrevivir sin Chávez- y de los intereses financieros que deseaban legalizar la mariguana.

Un grupúsculo de medios y "periodistas" se la han pasado, durante estos 15 años, festejándole sus 'gracejadas' a ese "progresismo": desde protestas violentas, hasta un discurso donde permanentemente se busca la muerte social de quien se les enfrenta.

Ese "progresismo" no ha tenido empacho en generar un odio y una división cada vez más grande en la sociedad, con tal de seguir en el poder, aunque los votos ya no le dan.

Ese "progresismo", no tiene problema en azuzar la persecución a los judíos en el mundo y luego llamar "fascistas" a sus rivales, cuando el "fascismo" perseguía judios.

Ese "progresismo" quiere seguir en el poder porque detrás suyo hay intereses siniestros, empezando por dictaduras, narcotraficantes y terroristas ¿O por qué Biden ha volteado para otro lado cuando Nicolás Maduro busca robarse otras elecciones y le otorgó clemencia a su socio Alex Saab? ¿Por qué Kamala Harris se ha quedado calladita ante la violencia contra las mujeres del régimen talibán, que tantos precursores químicos le vende al narco? ¿Por qué con Biden y Obama en el poder se han hinchado de dinero, como nunca, las mafias de tráfico de migrantes?

Y como los votos no les dan, entonces, buscan sembrar el odio contra su enemigo: Donald Trump.

Ese "progresismo" estaría feliz si a Trump lo hubieran matado y si mañana mataran a Giorgia Meloni, a Marine Le Pen o a Javier Milei.

Y luego es fascinante cuando esos "progresistas" dicen que el odio lo siembran los de enfrente.

¿De cuánto es el tamaño del negocio de ese narcotráfico, de ese terrorismo, de esas dictaduras, que están dispuestos a matar a Donald Trump porque los números no les dan ni con Joe Biden, ni con Kamala Harris, ni con Gavin Newsom, ni con Nancy Pelosi, ni con nadie?

Algo bueno debe tener Donald Trump al que quieren matarlo, ¿no?

Pero después del atentado hoy, ya pueden matarlo, que con Marco Rubio, J.D. Vance o Elise Stefanik, ese "progresismo" podrido está jodido y va a perder.

Y va a perder porque hoy enseñó a que está dispuesto para seguir en el poder: a matar.

Y quien mata, lectores, no puede ser bueno para la sociedad, ni para nadie.

P.D.: ¡Qué casualidad que el Servicio Secreto mató al tirador que atentó contra Trump! Así ya nunca sabremos quién lo envió. Aunque bueno, es fácil deducirlo, ¿no?

Comentarios: gerardofm2020@gmail.com