Si Estados Unidos quiere saber cómo le va a ir con Kamala Harris, basta con que voltee a ver cómo va la aventura de los británicos con Keir Starmer, al cual se abonaron creyendo en su canto de los sirenas y que, ya una vez en el poder, ha sacado su lado radical, de fanático 'woke', y de cómplice de la izquierda caviar -que ni izquierda es-.
Las 'hazañas' de Starmer como primer ministro son abundantes.
Vea usted. Durante su gobierno, se encarceló a un joven de 18 años por ondear una bandera británica frente a una mezquita y proferir consignas agresivas contra el islamismo (https://rb.gy/3g9ekv) ¿Cuánto tiempo lo encarcelaron? Dos años y dos meses.
Por otra parte, a Huw Edwards, presentador estelar de la BBC, al que le fueron encontradas 377 imágenes pedófilas en su celular, lo condenaron a ¡seis meses de prisión! Ah y no fue todo, sino que ni siquiera irá a la cárcel, porque le cambiaron esa pena por ir, simplemente, a unas platicas de "rehabilitación" (https://www.bbc.com/mundo/articles/czrjzdwj1n7o).
Fíjese: un pedófilo, que fue servicial al poder, está libre y, según el juez, "no es un riesgo para los niños"; un joven de 18 años, inmaduro, que fue a provocar, en cambio, estará en la cárcel por más de dos años y le quitaron hasta sus créditos en un curso de albañil que estaba haciendo.
Esa "izquierda", ese "progresismo", condena a un pobre por protestar y deja libre a un miembro pedófilo de la élite. Y todavía hay quien cree que el "progresismo" mira por los de abajo. Claro.
Y otros criminales de verdad también son héroes para la izquierda caviar. Llegó Starmer y resulta ser que, en menos de tres mesecitos, la fiscalía británica retiró las acusaciones en contra de Harvey Weinstein, ex productor de Hollywood, violentador de mujeres que generó el movimiento #MeToo... y ex donante estrella y amigo de los Clinton, una de las familias que manda en la izquierda caviar, junto a los Obama, los Botin, y una constelación de banqueros y bolseros.
¿Que la izquierda caviar no abandera el feminismo? Bueno, mientras el feminismo no afecte a los amigos, a los donantes, a los negocios. Cuando estorba, al diablo con este.
Pero Starmer, además, es un corrupto.
El 15 de septiembre pasado, aparecieron informes en los medios británicos de que Starmer no declaró 5 mil libras esterlinas en obsequios de ropa para su esposa, Victoria.
Los obsequios habían sido entregados por Waheed Alli, un donante del Partido Laborista, en el que milita Starmer.
Pero Alli, un ex ejecutivo de Endemol -la empresa productora de Big Brother/La Casa de los Famosos-, también le dio regalos al propio Starmer, incluyendo unos lentes con valor de 2 mil 435 libras esterlinas (63 mil 100 pesos), cuando era líder de la oposición.
Y ahí no acabó la cosa. Posteriormente, se conoció que Starmer había aceptado más de 100 mil libras en regalos desde las elecciones generales del Reino Unido de 2019, incluidas entradas para los partidos del Arsenal FC y conciertos de Taylor Swift, más que cualquier otro miembro del parlamento británico durante ese período.
Los regalos también involucran a su gabinete. Por ejemplo, el Secretario de Salud, Wes Streeting, recibió cuatro entradas para el concierto de Taylor Swift, por un valor total de mil 160 libras esterlinas, así como para encuentros de la Premier League.
Además, la Ministra de Hacienda, Rachel Reeves, aceptó regalos por valor de 7 mil 500 libras esterlinas en ropa, por parte de la psicoanalista Juliet Rosenfeld, otra donante laborista.
¿Y Starmer y sus funcionarios corruptos fueron sancionados? ¡Claro que no! Dos días después de que inició el escándalo, Starmer anunció que el comisionado parlamentario de Normas, Daniel Greenberg, no investigaría los regalos. Es decir, que el caso quedaría impune ¿Cómo lo logró? Porque el Partido Laborista tiene mayoría absoluta.
El 8 de julio, cuatro días después de asumir el poder, Starmer tenía 45% de aprobación y apenas un 25% de desaprobación, de acuerdo con un sondeo de Morning Consult. Pero, después de tanta desfachatez, esa cifra se ha desplomado velozmente: La última encuesta de YouGov (15 de septiembre) lo muestra con 23% de aprobación y 53% de desaprobación (https://shorturl.at/zbmba). La más reciente de Opinium (del 18 al 20 de septiembre), lo pone con 24% de aprobación y 50% de desaprobación (https://shorturl.at/sFRiF). Hasta 22 puntos de caída en menos de tres meses
Pero eso es todo lo que le queda a los británicos: ventilar su decepción, su rabia, en las encuestas. El error que cometieron no tiene marcha atrás: le dieron todo el poder a un radical y lo tendrán que aguantar cinco años, porque la izquierda caviar jamás suelta el poder aunque tenga el 5% de aprobación, antes de que acabe su periodo. Sus quijadas para aferrarse al poder -y el dinero que viene con este- son como acero. Todo, por dejarse llevar por los cantos de las sirenas de los medios de la (narco) izquierda caviar
Comentarios: gerardofm2020@gmail.com