Solamente hay una responsable de la caída -por ahora, solo política- de Monserrat Caballero: ella misma.
Durante cinco años, la presidenta municipal ha ejercido los distintos poderes que ha tenido, primero en el Congreso del Estado, y después en el ayuntamiento de Tijuana, desde la arbitrariedad como método, la retobonería como una forma mal entendida de dignidad, la personalización de la política como sello distintivo y una falta absoluta de prudencia, empatía, tacto y atingencia con la realidad, tanto política como de l@s tijuanenses de a pie.
Una muestra de esa retobonería per se, supina, es cuando el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López, salió a defenderla en medios nacionales, diciendo que la "traicionaban sus nervios", por sus declaraciones salidas de tono tras la quema de vehículos por parte del crimen, en 2022. Monserrat pudo agradecerle por hacerle el quite con el capote, o no decir nada más, pero no, salió a decir que a ella no la traicionaban los nervios. O sea, dejó como tarado a López.
Monserrat ha querido convertir en virtud su poco filtro, pero lo que consiguió fue caracterizarse, en sus hechos y en sus palabras, como una mujer que, lejos de verse empoderada, luce torva.
Su último espectáculo ha sido la utilización de los bomberos como caballo de Troya, ahora lo sabemos, para hacer movimientos presupuestales por la nada despreciable cantidad de 470 millones de pesos
La forma inmadura en que se ha ensañado con la regidora Claudia Casas, presidenta de la comisión de Hacienda del cabildo tijuanense, llegando al punto de clausurarle establecimientos de su propiedad. refleja de cuerpo entero a la Monserrat que lleva cinco años paseando por la política bajacaliforniana: voluntariosa y revanchista cuando no se sale con la suya, pero también su sello en el ejercicio del poder: lo personal por encima de lo que importa a la sociedad y de lo que esta necesita...
Así, primero estuvo gestionar y lograr su huida al cuartel, que está a punto de terminar, antes que dar seguridad a tod@s l@s tijuanenses.
Así, primero estuvo que su hijo jugara en un entorno seguro, que propiciar las condiciones para que niñas y niños de Tijuana pudiesen ir, siquiera, a la escuela.
Así, primero estuvo traer a Paulina Rubio y ser coronada reina en su festejo particular con la comunidad LGBTQI+, que crear políticas públicas efectivas y perdurables para este sector aún vulnerable.
Es una amarga ironía el eslogan del gobierno de Monserrat: "Tijuana para todos". Más preciso hubiera sido "Tijuana para mí".
Por otro lado, la saña contra Claudia es porque ha destapado una cloaca tremenda en materia presupuestal.
Por ejemplo, Casas reveló la verdad a los medios sobre la famosa queja de la presidenta municipal, por el rechazo de los regidores a darle dinero a la rehabilitación de la alberca ubicada en la Unidad Deportiva del Bosque, para que niñas y niños de la zona tomaran clases de natación en verano.
Tome nota de lo dicho por la regidora: “En julio de 2023 se le otorgó 600 mil pesos para la construcción y mantenimiento menor de las albercas de esa unidad deportiva. Nuestros técnicos hicieron una mínima revisión en algunos lugares de albercas y lo máximo que te puede costar el mantenimiento de una son 5 mil 200 pesos al mes, ahora saldría en 70 mil pesos. ¿Dónde están los otros 430 mil?”.
Algunos refieren que a Monserrat le están echando encima la aplanadora política, como si eso justificara todos los excesos, rabietas e irresponsabilidades.
Si eso fuera así, girls and boys, it's politic. El que siembra vientos, cosecha tempestades.
Y las tempestades están a punto de tirarla del trono.
'ALITO': Es "curiosísimo" que los mismos "periodistas" que, hace unas semanas, decían que 'Alito' Moreno no era problema, ni desacreditaba la alianza opositora, ahora lo muestren tal cual es: como un ambicioso y pillo de siete suelas, dispuesto a seguir regenteando, porque ya lo hacía, el cascajo del PRI. Lo que hace el dinero, ¿verdad?
Comentarios: gerardofm2020@gmail.com