¿Carlos Loret es un periodista probo siendo perseguido desde el poder por su trabajo? No.

¿Latinus es un medio de comunicación limpio siendo perseguido desde el poder como parte de una campaña contra el periodismo crítico? No.

Una vez que, ayer, el gobierno federal negó investigar a Carlos Loret de Mola a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, pero admitió sí indagar a Latinus, el medio donde Loret trabaja, cualquier análisis de dicho caso debe partir de las dos respuestas anteriores.

Loret hace dos décadas que no es periodista. No puede serlo alguien que, como él, no ha cumplido con la más elemental deontología del oficio, a partir del famoso montaje para "recrear" la detención de Florence Cassez, con el objetivo de beneficiar a Genaro García Luna.

Quienes defienden a Loret, o son como él, o comparten sus intereses.

¿Qué es Loret? Un vocero a sueldo de ideas e intereses ajenos, por decirlo eufemísticamente.

Y antes de que alguien se arroje desde la tercera cuerda, eso también aplica a Luisa Cantú, Pedro Miguel, 'El Fisgón' o 'Lord Molécula', para el lado del oficialismo.

Son voceros de sus jefes y sus intereses, no periodistas.

Por otro lado, Loret trabaja en un medio, Latinus, propiedad de Alexis Nickin Gaxiola y Federico Madrazo Rojas, yerno e hijo de Roberto Madrazo, quienes se han visto afectados en sus intereses por el actual gobierno

En el noticiero que conduce, nunca, jamás, ni por equivocación, se critica o investiga a las y los políticos y o empresarias y empresarios de la élite opositora.

Por el contrario, se les arropa y defiende.

Es decir, hay una selectividad: solamente se critica o investiga al morenismo.

Por lo tanto, lo que Loret hace ahí no es un noticiero, sino un panfleto propagandístico televisivo donde el objetivo no es hacer periodismo, sino encontrar la basura del lopezobradorismo y darla a conocer, para satisfacer los intereses o el ánimo de venganza de los dueños de ese medio.

Si Loret hiciera periodismo, eso implicaría dar lugar a todas las voces implicadas en un tema y no es su caso.

Eso implicaría investigar la corrupción en todas partes, no solamente en el morenismo y su entorno.

La forma en que presenta las notas importantes es editorializando, no poniendo todas las cartas sobre la mesa para que la gente forme su propia opinión.

Y es que en Latinus lo importante no es que la gente encuentre la verdad completa, sino solo la parte que le conviene a sus dueños.

Prestarse a ser enemigo a sueldo de un gobierno, como lo ha hecho Loret, tiene sus consecuencias. La que está viviendo es una.

Eso es igual aquí y en todas partes. Cuando alguien ataca a un gobierno por consigna, se vuelve parte del juego político. Y en el juego político se busca acabar con el adversario.

A los comunicadores que defienden a Loret, hay que recordarles que, por iguales razones a las que motivan el odio del morenismo a Latinus, su admirado Joe Biden detesta a Fox News, al grado de decirle "estúpido hijo de perra" a uno de sus reporteros, o manifestar, en la cena de corresponsales de 2023 en la Casa Blanca, que sus reporteros estaban ahí porque "no pudieron decir que no a una comida gratis"

¿Se imaginan la escandalera que habría si AMLO le dijera eso a Loret o los reporteros de Latinus?

Pero más allá de todo el ruido sobre el tema Loret, es muy importante reflexionar porque hay personas que, de buena fe, ven defendible su caso.

Y el punto es que nos hemos acostumbrado a las plumas y voces a sueldo.

No vemos mal que fulano o zutano falte a la deontología periodística, haciendo comunicación sectaria.

Hemos normalizado que La Jornada defienda, a diario, con mentiras o medias verdades al presidente, a la dictadura venezolana, a Putin, a los Kirchner o a Hamas.

Ivonne Melgar hizo un libro promocional para Xóchitl Gálvez y, sin el menor problema, siguió escribiendo en Excélsior durante la contienda electoral, defendiendo a dicha candidata, no como representante de la campaña de la panista, lo que hubiera sido lícito, sino como "periodista". Y a nadie le pareció anómalo.

Es en ese contexto donde Loret es una víctima inocente, un cordero, un venadito indefenso al que buscan cazar.

Pero es muy diferente ser un periodista crítico de los gobiernos que ser crítico a sueldo.

El deber de un periodista no es meterse al juego político, diciendo lo que conviene a sus patrocinadores y callándose lo que los perjudica. Eso es hacer negocio con la prosa. Loret, en tal sentido, ha hecho uno muy bueno. Basta ver su nivel de vida. Y de los beneficios de sus negocios, como de sus consecuencias, debe ocuparse cada quien, llámese Carlos o Luisa, o le apoden 'Brozo' o 'Fisgón'. Que se defiendan solos, igual que solos se untan su dinero

PUES QUE LA 'GANGA' NO ERA TAL: El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC) en Tijuana, Gabriel Vizcaíno, dijo que el precio de 16 mil pesos por metro cuadrado por el terreno donde se asienta la estación de Bomberos 1, mismo que la presidenta municipal, Monserrat Caballero, calificó de "ganga", realmente es excesivo. Así lo informó Esquina 32. Pues con razón la prisa de este gobierno por comprar y que Burgueño llegue atado de manos en ese tema.

Y no desalojaron a los bomberos de ahí, el domingo pasado, como tan histriónicamente quisieron hacernos creer. Es que no les preocupan los bomberos, a los cuales no les quisieron homologar el sueldo. Simplemente es utilizarlos para beneficio propio

¿CAMBIO?: Una fuente nos comentó que, ante la aplanadora morenista, y en caso de una victoria trumpiana, Televisa volverá a ser soldado. Así, para enero de 2025, Jorge Ramos dejaría -al fin- la titularidad del Noticiero Univisión, aunque seguiría en la cadena con un papel acotado, lo que conllevaría al regreso de Enrique Acevedo a los Estados Unidos, quien no quiere ni traerse a su familia a México. Con ese movimiento, al noticiero estelar del canal 2, que dejaría de llamarse 'En Punto', llegaría una mujer afín al cuatroteísmo como titular. Veremos y diremos

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