La semana pasada, Ricardo Monreal, coordinador de los diputados federales morenistas, protagonizó una polémica, al revelarse que él y otro legislador cuatroteísta, Pedro Haces, usaban helicóptero para sus traslados como quien usa autobús
Monreal afirmó, al ser cuestionado por la prensa, que continuaría usando dicho transporte y, con un cinismo propio de 'prianista', que alguna vez fue, afirmó: "Me van a ver seguido".
Eso motivó un regaño público por parte de la presidenta Sheinbaum, quien, sin mencionarlos directamente ni a él, ni a Haces, pidió que los integrantes de la 4T dieran ejemplo de austeridad.
Tras el jalón de orejas, Monreal pidió disculpas públicas y dijo que no se repetirá el uso de helicóptero, aunque lo más creíble es que no se repita en público y con esa desvergüenza, porque, en privado, seguramente el zacatecano despegará los pies del piso, literalmente, más veces.
Lo de Monreal y Haces, con toda su impudicia, no es nuevo, ni único en la 4T. Llevamos seis años con toda clase de excesos del morenismo y sus aliados. La única diferencia fue la jactancia del coordinador morenista, pero nada más.
A diario, los políticos, en México y en el mundo, lo mismo ahora que antes, se despiertan para una sola cosa: hacer negocios con el poder.
No existe ningún político pobre; ninguno que no haya salido con cuentas en paraísos fiscales, o de prestanombres, retacadas del dinero que se robó o acumuló con los negocios que hizo mientras tuvo un cargo; ninguno que no se haya vuelto rico si no lo era, o se enriqueciera más si sus haberes ya eran cuantiosos.
No existe político que no viaje a todo lujo, con un séquito de guaruras cuidándolo o siendo sus sirvientes personales; ninguno que no tenga amantes a las que consienta con el dinero del erario, o familiares a los que beneficie con este.
Y lo peor es que el 99.9% detesta a la gente que le permite llevar esa vida privilegiada. No son pocos los que, apenas se acomodan en el asiento de la SUV, tras un acto público, se bañan las manos de gel antibacterial, o hablan pestes de la pobre ciudadanía que tiene que ir a sus eventos, por necesidad
Sienten que el dinero del erario es 'su' dinero, cuando es de tod@s.
No hay ninguno que tenga "austeridad republicana", simplemente hay quienes esconden mejor su sinvergüenza.
Por eso, es indignante lo que hacen Monreal y Haces, la forma en que se ufanan desde el cinismo, pero no se debe olvidar que no son la excepción, sino la regla.
NASHIELI: Ante la imposibilidad de frenar con votos lo que hacen morenistas y aliados, el único consuelo de la oposición 'prianista' es inventarse historias y difundirlas con sus corifeos mediáticos. La idea de que la verdadera candidata de Claudia para la CNDH era Nashieli Ramírez no resiste el menor análisis, por un simple punto: la oposición votó, en tropel, por ella. Ante el derrumbe de Norma Piña y aliados en la SCJN, más la anunciada desaparición de los órganos autónomos, a la oposición le urge meter un troyano a donde sea, para que le haga la vida imposible a Morena -lo cual es diferente a buscar el bienestar del país, que no les interesa-. Nashieli era un intento más de tener ese troyano, lo cual quedó en evidencia contra PRI y PAN optaron por ella. Al menos hubieran disimulado
EXPLOSIÓN: Hoy, hace exactamente 40 años, el 19 de noviembre de 1984, ocurrió la tragedia de San Juanico. Oficialmente, fueron cientos los muertos. En realidad, nunca sabremos cuántos. NI UN SOLO MEDIO se acordó del tema. Ya no es negocio. Si sirviera para pegarle a Morena, a Trump, al PRIAN, o a quien fuera que se pudiera cobrar el 'golpe', estarían llenas las portadas de memoriales. Un recuerdo desde aquí, para los difuntos de aquel día, y para quienes la sobrevivieron a costa de secuelas-
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