¿Qué tanto le beneficia a la 4T esa oposición podrida, hedionda, desacreditada, violenta? Mucho.
Lo hemos visto todos estos meses. Cualquier causa que abandera o a la que se suma esa elite loca, clasista y desprestigiada, se condena al fracaso.
Lo mismo una candidatura presidencial que la oposición a una reforma parlamentaria. El apoyo de esa oposición mafiosa es un abrazo del oso, es garantía de derrota.
Y de rechazo social: causa a la que se suma, la apestan.
Es lógico
¿Quién, en su sano juicio y que ame tantito a México, puede defender a sujetos como Diego Valadés, Enrique Krauze, Aurelio Nuño, Manlio Fabio Beltrones o 'Alito' Moreno?
Por ejemplo, nadie, en sus cinco sentidos, a menos que sea lopezobradofóbico, puede negar que Norma Piña le ha hecho más mal que bien a la Suprema Corte de Justicia en esta hora
Su reunión, a escondidas, a la mala, con 'Alito', antes de las elecciones, a la cual pretendió llevar a los magistrados electorales, o su admisión de una queja contra el reparto de 'pluris', pese a saber que no tiene competencia, solamente ha cerrado más a la 4T a cualquier diálogo.
Y eso tampoco hace a Piña alguien respetable, como debe ser una buena ministra, sino que la convierte en una estrella más del canal panista.
Y eso es lo que ha perdido completamente esta oposición: respetabilidad.
Son un grupúsculo de ricos y empleados de ricos llenos de odio, verbalmente incontinentes y desprestigiados.
Eso es lo que está 'leyendo' Eduardo Verástegui, con su movimiento filoreligioso..
Por eso habla de crear un partido político.
En Brasil pasó lo mismo. Toda la oposición a Lula, que emanaba de Fernando Henrique Cardoso -el Salinas/Zedillo de allá-, estaba desprestigiada y jamás pudo vencer a la izquierda.
Con ayuda de Obama, derrocaron, legislativamente, a Dilma Rousseff, pero los beneficiarios en la siguiente elección no fueron ellos sino ¿Quién cree? ¡Bolsonaro!
Verástegui no anda perdido con su idea de que el día que la gente se harte de Morena no va a ir a pedirle perdón a los salinistas -como ellos sueñan y no pasará-, sino que buscará a un Bolsonaro. Y mucha de esa oposición empresarial, religiosa, con dos dedos de frente, se irán con ese Bolsonaro mexicano -que no sería Verástegui, aclaro-, porque él sí podrá ganar y los Claudios no.
En México, como en todos lados, no hay nada más seductor que el poder, porque el poder reparte dinero en forma de cargos y contratitos, así que si el movimiento de Verástegui puede ganar 175 diputados, pues varios le jurarán amor eterno.
¿Por qué esa oposición dura si puede recuperar lo que el neoliberalismo en decadencia jamás podrá? Precisamente por eso, por su envoltura religiosa y nostálgica
Hay quienes consideran que México estaba mejor en 1989, no por el salinismo, sino porque había paz, valores y algo parecido a la seguridad, a la certeza, un piso mínimo que hacía sentir un mañana, el cual pasaba por una identidad común: la familia, la 'virgencita', el 15 de septiembre.
Uno podía odiar o amar al PRI, a Televisa, o al América, pero esas tres cosas eran irrebatibles: familia, 'virgencita' y patria. Quien criticaba alguna, era un paria social.
Pero en ello había un orden comunitario y una estabilidad: el delincuente más delincuente o el adicto más adicto se doblaba si su madrecita o abuelita le pedía rectificar, si lo juraba ante la 'virgencita'
¿Se acuerda?
Luego, ese concepto de la patria nos abarcaba a todos, lo mismo al izquierdista 'cegeachero' que al profesionista de clase media alta. Cada uno la defendía a su forma, pero la patría era irrebatible y hacía sentir orgullo y pertenencia
Eran los límites.
Y donde hay límites, hay orden.
Y donde hay orden, hay estabilidad.
Y donde hay estabilidad, hay paz.
Y donde hay paz, hay futuro.
Cuando uno ve descuartizados, políticos que se pelean por el dinero sin el menor pudor, un crimen que ondea muy campante, y que se ha ido ese piso mínimo de estabilidad ¿Qué puede ser más atractivo que ofrecer traerlo de vuelta?
Es la búsqueda de ese piso lo que hizo atractivo a Bolsonaro para millones de brasileños: la vuelta del orden, de un líder fuerte, de un piso común.
También ahí radica parte del atractivo morenista: varias personas me dicen "está bien que haya un partido fuerte y único, es lo que necesita México".
Si Morena falla, la mayoría no saldrá a buscar a los salinistas para pedirles perdón, sino a un Bolsonaro que prometa regresar el pasado, la estabilidad.
Tan fallido resultó el panismo con toda su podredumbre, que, desde 2012, México está en una búsqueda constante por volver al pasado antes de 2000. Por eso la gente votó por Peña, creyendo que regresaría el PRI verdadero. No regresó y optó por Morena, que se parece.
Si Morena falla, solamente quedan los Bolsonaros.
Para allá vamos con esa oposición desprestigiada a la cual, más tarde o más temprano, reemplazará esa opción 'bolsonariana', créame
Pero es eso o nada
Y cuando le digo nada, es nada: ahí está Venezuela. El dictador Maduro sigue tan campante.
María Corina, que hace todos sus mítines en una zona rica -el Santa Fé/Polanco de Caracas-, no es el fenómeno que la prensa bushiana y pro empresarial quiere hacer ver. Si así fuera, ya Maduro habría caído, como han caído otros.
Ese rollo de que la represión, de que Rusia, de que China, si, claro que pueden sostener a un dictador, pero cuando la mayoría de la gente se harta y sale a la calle, ni con eso: ahí está la Turquía de 2016, donde los militares golpistas le tiraban a matar a las personas que salieron a defender la democracia. Y pues ni con eso ¿Por qué? Porque la gente llenó las calles, se plantó en los puentes que conectan Europa con Asia y se acabó.
Un militar puede matar a 20, pero no a 20 mil.
Vamos a suponer que Morena se empiece a volver absolutista, cosa que yo dudo por el perfil de Claudia Sheinbaum, pero supongamos
¿Ricardo Anaya va a llamar a la unión social dentro de 20 años? ¿O Aurelio Nuño? ¿O Marko Cortés?
Ni quién los siga, más que los de siempre, los ricos, los nostálgicos de la élite incontestable
Por eso, hace falta otra oposición
Los que consideramos que en la democracia debe haber pesos y contrapesos lo menos que podríamos hacer es darle la espalda a los Anayas, los Nuños y los 'Alitos', so pena de que ni una Lilián Tintori tengamos en 15 años
¿Aún lo duda?
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