Reza un dicho: "Cuando el río suena, es que agua lleva". Y la reacción de la presidenta municipal, Monserrat Caballero, iracunda, además de teatral, lo que es usual en ella, ante la negativa de la Comisión de Hacienda del Cabildo tijuanense, a comprar un terreno de 600 metros cuadrados, donde se ubica la estación de Bomberos 1, 'suena' demasiado.
Caballero busca presionar a la presidenta de dicho órgano, Claudia Casas, y a los regidores que la integran, para que le compren, a 'chaleco', ese predio, a un costo de 10 millones de pesos, precio que Monserrat calificó de "ganga".
Para eso, se ha armado todo un tango por parte del gobierno de Caballero, mismo que ha sido profusamente difundido por medios y periodistas aliados del ayuntamiento saliente.
Así, se ha expuesto la máxima de que, si no les compran el terrenito, los dueños del mismo echarán a los bomberos en un mes. El encargado de despacho de la dirección de Bomberos, Rafael Carrillo Venegas, salió a decir que esa ubicación "les permite desplazarse a las emergencias de manera más eficaz", y a dramatizar con que 50 colonias se van a quedar casi que desprotegidas. Y la presidenta municipal dijo que hay que poner "en una balanza a los ciudadanos y tener esta estación que en este momento tiene un monto de 10 millones de pesos ¿Para qué esperarnos a que suba el triple o mucho más?".
La jefa de Carrillo, por si alguien lo olvidaba, es Monserrat. Ni modo que salga a dar argumentos objetivos que contradigan a su patrona.
Histriónico y emocionalmente chantajista, Carrillo se aventó desde la tercera cuerda a decir que igual en esas semanas, hasta que llegue Burgueño, "si hay un sismo a nivel región y por alguna razón colapsaran esos puentes (que atraviesan la canalización), la central quedaría incomunicada y esa estación atendería primeramente todos los servicios que surgieran alrededor".
Ha circulado públicamente la especie de que los regidores simple y sencillamente quieren que el siguiente gobierno, encabezado por Ismael Burgueño, sea el que tome la decisión de hacer ese gasto, que no es ninguna "ganga", pero Caballero dijo algo que refleja su prisa: "Yo creo que no vale la pena esperar, si nosotros ya tenemos el dinero".
Para 'apretar', aún más, públicamente, a los regidores que se niegan a la compra, Caballero puso en el orden del día de la más reciente sesión de Cabildo, junto a su "ganga", la aprobación de la reparación de la alberca pública en la Unidad Deportiva Del Bosque. Y como no hubo quórum -10 regidores no fueron- dijo que "los niños de escasos recursos no tendrán su alberca".
Cualquiera que no conociera a Monserrat se podría creer que es una presidenta municipal muuuy preocupada por la ciudadanía que está gobernando.
Pero como nosotros si la conocemos, recordemos que a Monserrat esa ciudadanía le valió un cacahuate en muchos momentos de su gobierno, como cuando se fue a esconder a un cuartel, mientras los "niños de escasos recursos" tienen que vivir entre balazos. Tanto le preocupan a Monserrat los niños de escasos recursos, que por eso cerraron las tres escuelas del Infonavit Presidentes, debido a la falta de seguridad, dado que su gobierno es incapaz de cuidar a esas niñas y niños y sus docentes, para que tengan clases.
¿Y cómo olvidar la frase que Monserrat pronunció, justamente hace un año, al explicar por qué vivía en ese cuartel, diciendo que, así, “mi hijo podrá salir a jugar afuera”? ¿Ahí no pensó en "los niños de escasos recursos" que no tienen semejante e injusto privilegio?
Sería bueno que el gobierno de Caballero primero se hubiera preocupado de darle seguridad a las niñas y los niños tijuanenses, y luego de que tuvieran clases de natación.
Luego ¿por qué la prisa? Primero, el ayuntamiento podría interponer un recurso legal -y eso, Monserrat, que es abogada, lo sabe perfectamente bien-, para evitar que los dueños del terreno desalojaran a los bomberos, al menos de aquí a octubre, suponiendo que tengan esa intención.
¿Esa prisa refleja el ansia por hacer un negociazo donde todos se lleven su tajada, antes de que se acabe el gobierno? Es pregunta
El discurso falaz y la utilización del chantaje sentimental por parte del gobierno municipal que se va, resulta irritante como un chirrido, sobre todo porque refleja que el gobierno de Monserrat Caballero, hoy como antes, solamente se preocupa por la ciudadanía cuando esta puede ser usada como pretexto argumental para intereses que nunca han sido claros
FIEROS PARA EL BILLETE: Unas fieras son los maestritos bajacalifornianos -así, en diminutivo- para el billete. Protestan y protestan para que les den más dinero del Programa de Insumos y Mantenimiento para el Mejoramiento del Entorno Educativo, el PIMMEE. Si se pusieran la mitad de fieras para defender a las niñas y niños que sus madres y padres les encargan, no habría 50 casos de abuso sexual siendo investigados en las escuelas de Tijuana. Este columnista propone que les ofrezcan dinero por cada depredador que atrapen. Imagínense. Así no habrían ocurrido casos tan lamentables como el de la primaria Leona Vicario, de Mexicali, o el del jardín de niños 'Aquí empieza la patria', en Tijuana. Los maestritos bajacalifornianos solo se mueven por dinero, como dice la canción, así que, bueno, hay que arrojarles un billete para que protejan a sus estudiantes
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