Como usted sabe, y si no, aquí se lo digo, en París se están llevando a cabo los Juegos Paralímpicos.
En el caso de que usted no sepa qué son, le comento que son la versión de los Juegos Olímpicos para atletas con discapacidad.
El otro día me metí a ver las competencias.
Y con mucha tristeza constaté que apenas había mil 200 personas observando el taekwondo, único deporte que se hallaba emitiendo Claro Sports
Y eso era mucho. Al día siguiente, había deportes, como el tenis en silla de ruedas, con apenas 300 televidentes.
Pese al increíble ejemplo que nos dan tod@s est@s atletas, a la inmensa mayoría le tiene sin cuidado.
Aunque Claro Sports está pasando las competencias -supongo que obligado, como parte del contrato para tener los derechos del ciclo olímpico-, ¡las transmite en inglés, con la señal internacional que le mandan!
Solamente en algunos deportes, especialmente cuando compiten mexicanos destacados, hay narraciones en español
¿Usted cree que Carlos Slim, sus hijos o Arturo Elías Ayub no pueden gastarse una lana para poner narradores en español? Sería una pérdida económica, claro, pero ¿En serio no pueden dejar de remodelar el yate este año y hacer algo por la inclusión?
No, pues claro que no. Porque su dizque "responsabilidad social" es falsa, es un taparrabos para ocultar quiénes son en realidad.
De Televisa, que no transmitió nada, ni hablemos. Televisa siendo Televisa.
Y no solamente en la TV hay un tufo insultante hacia la discapacidad. Mientras en la competencia de taekwondo en los Juegos Olímpicos había llenos en la sede, en los Paralímpicos ese mismo recinto lucía semivacío
Más cuestionable es esa indiferencia en el caso de México, porque, a diferencia de los Juegos Olímpicos, donde nuestro país suma 78 medallas en 124 años y apenas 13 de oro, en los Paralímpicos acumula ¡323 en total, incluyendo 107 de oro! Y solamente en 52 años -empezó a competir en 1972-.
El jueves, Haidee Aceves ganó la primera medalla para nuestro país en estos juegos, dentro de la natación ¿Y quién lo resaltó? Casi nadie.
Al día siguiente hubo tres medallas más. Y lo mismo.
A diferencia de lo que ocurrió con las nadadoras artísticas en los Juegos Olímpicos, a las cuales hubo diarios que les dieron ¡tres días seguidos en la portada general! (por ejemplo, El Universal le dio un tercio de plana en la parte superior a una foto), pese a sus mediocres resultados, a Haidee apenas cuatro diarios importantes le dieron un recuadro, chiquito.
Los atletas paralímpicos tuvieron que ganar dos medallas de oro en un mismo día -las de Juan Pablo Cervantes y Arnulfo Castorena-, para que algunos diarios se dignaran a sacarlos en un sitio destacado de portada. Concretamente, El Universal les dio casi media plana en la parte de arriba y El Heraldo de México media plana a un costado de su nota de 'ocho'. Reforma les dio un recuadro arriba. La Razón les dio un cintillo abajo. Y párele de contar. Excélsior le dio más espacio a Lady Gaga en su primera plana. Otros, como La Jornada o Milenio, no les dieron nada. En el colmo, Milenio prefirió darle un recuadro a la narcoabogada puertorriqueña Mariel Colón, metida a cantante, a la cual le hizo una entrevista panegírica.
¿Por qué fue así? Porque, a diferencia de los atletas paralímpicos, las nadadoras artísticas le pegaban a la Conade, a la 4T, y eso permite cobrar abundantes 'chayotes' a los empresarios, ONG y demás potentados que se oponen al morenismo. Las nadadores artísticas son negocio.
Poner a Haidee, Juan Pablo y Arnulfo, que son un ejemplo de vida, en cambio, no es negocio, no da dinero, no permite cobrar 'chayotes'.
Tampoco son como la narcoabogadeta esa, o Adrián Marcelo, quienes, pese a ser un pésimo ejemplo, dejan dinero, sea porque el crimen lo dé, o sea por la "polémica" -en realidad la podredumbre y el morbo- que venden.
Y lo que no deja embute, lo que no vende, no le importa a los medios actuales.
Entonces, se hace un círculo: los medios no hablan de l@s atletas paralímpicos, las personas no conocen les conocen, no les interesan, no es negocio y vuelta a empezar con ese ciclo negativo: No hablan de ell@s porque no es negocio y no es negocio porque no hablan de ell@s.
Es como cuando a los jóvenes les piden experiencia en los trabajos y nunca la tienen porque nadie les da uno.
Los atletas mexicanos olímpicos se quejan de que les recortaron el apoyo -pese a que ellos saben que es lo correcto por sus resultados, pero se hacen las víctimas-. Los atletas paralímpicos no se quejan, solo dan resultados.
Pero los resultados no "venden" en esta época. Vende la queja, el morbo, la hueva, lo malo.
Sin embargo, esos medios claman que son muy "incluyentes" cuando sacan un reportaje de un "emprendedor" con discapacidad.
Pero ¿Le cuento un secreto? No lo hacen por ser "incluyentes" sino porque también es negocio: el "emprendedor" pagó para salir ahí, o una ONG pagó para que saliera ahí porque quiere usarlo para impulsar una narrativa, o el "emprendedor" es amigo del dueño del medio o de los directivos.
Vivimos en una era donde la "inclusión", la "igualdad", la "sororidad" y demás, son sinónimos de "negocio, negocio, negocio" y "dinero, dinero, dinero" para empresas, políticos, medios y ONGs.
Si les importara, en verdad, esa "inclusión", sacarían los Paralímpicos en primera plana, aunque no fueran negocio, simplemente por eso, por ser incluyentes, por apoyar la integración y el reconocimiento de las personas con discapacidad. Hacerlo porque en esta vida no todo puede ser ganar tres pin... pesos -o millones de pesos- mal habidos.
Pero no lo hacen, ni lo harán.
Con l@s atletas paralímpicos pasa lo mismo que con el fútbol femenil, en el fondo, a las propias autoridades deportivas les interesa que siga ahí, relegado.
Por ejemplo ¿Qué pasaría si, en vez de que los mundiales femeniles de fútbol se llevaran a cabo en una fecha distinta al varonil, se intercalaran con estos, como entremés?
Imagínese, no sería lo mismo, en cuanto a exposición, que Aitana Bonmatí jugara antes que Messi o Mbappe, así fuera contra Nueva Zelanda, que jugar en una fecha que la mayoría ni sabe, ni le interesa.
A mayor exposición, Aitana sería más conocida, sería un ídolo de más niñas y jóvenes, y más patrocinadores le entrarían al fútbol femenil, este se desarrollaría más y habría más jugadores ganando igual, en algunos casos tal vez más, que sus pares varones.
Aclaro: No digo que jugaran mujeres con hombres, sino que los partidos femeniles se programaran intercalados con los varoniles.
Pero eso jamás se hará, porque ahí hay una pulsión machista para que el soccer de mujeres siga de adorno, una pulsión machista que teme que las mujeres futbolistas hagan un negocio tan o más bueno que el de los hombres.
Lo mismo pasa con los Paralímpicos.
¿Qué pasaría si Haidee compitiera alternadamente con los nadadores olímpicos? Más exposición, más patrocinios, más todo.
Entonces ahí hay una pulsión de una élite que dice "vamos a hacernos los incluyentes, pero hasta donde esto no nos rebase", una pulsión donde a personas con discapacidad, mujeres y, en otros contextos, comunidad LGBTQI+. se les usan solamente hasta donde conviene para moralizar los negocios, pero donde no hay un verdadero interés en ell@s ¿A poco no?
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