En memoria de los 2,424 bajacalifornianos que (oficialmente) han perdido la vida debido al Covid-19 y a la ineptitud de las autoridades de salud del estado. En Tijuana, mueren 29 de cada 100 enfermos de Covid-19. Cinco veces más que en Nueva York o Sao Paulo y casi once veces más que en San Diego…
El pasado domingo, durante su gira por Chiapas, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell, se lanzó contra los alimentos chatarra, en el marco de un discurso en el municipio de Berriozábal.
López Gatell dijo: “¿Para qué necesitamos el veneno embotellado, el de los refrescos? ¿Para qué necesitamos donas, pastelitos, papitas que traen alimentación tóxica y contaminación ambiental? Las botellas llegan a ríos y luego al mar”.
Agregó: “La salud que tiene México sería distinta si no nos hubiéramos dejado engañar por los estilos de vida que vienen de la televisión y se escuchan en la radio, como si fuera la felicidad. Les llaman jugos a los que están embotellados, pero no son jugos, es pintura con azúcar”.
Como era de suponerse, la industria refresquera, con esa sinvergüenza que es Coca-Cola a la cabeza, pusieron el grito en el cielo ante los dichos de López Gatell.
Pero, la verdad, López Gatell tiene la razón y hasta se quedó corto.
Lo que dijo López Gatell es la realidad y nada más.
Es aterradora la cantidad de azúcar y/o grasas que tienen los productos chatarra. Lo que dice Hugo respecto a que los jugos son “pintura con azúcar” es cierto. Marcas como Jumex y Del Valle no tienen ni un gramo de fruta. Todo son compuestos químicos, acompañados de colorantes y saborizantes artificiales, para que se vean como jugo de manzana, durazno, naranja, etcétera, atiborrados de azúcar, a fin de darles un sabor que sea agradable a las mayorías. Porque ese es otro punto: todas esas empresas nos han jodido el paladar a los mexicanos, para desear que todo sepa dulce.
Los supuestos jugos “para niños” son auténtica cicuta. No tienen nada de fruta y si kilos de azúcar, para que a los niños les gusten y pidan más. Darle uno de esos jugos a nuestras hijas y nuestros hijos es envenenarlos.
Y lo peor es que tipo de azúcar utilizan. Para abaratar sus costos y tener más ganancias, la industria alimenticia endulza la inmensa mayoría de sus productos con Jarabe de Maíz de Alta Fructuosa, que es más barato que el azúcar de caña o la sacarosa, pero genera más obesidad y es una auténtica puñalada al páncreas.
Y no es porque lo diga López Gatell. Hay una app, gratuita, llamada Escáner Nutrimental, que lanzó El Poder del Consumidor, una asociación que lleva años luchando contra el daño que nos hacen los alimentos chatarra. Descárguela y usted mismo, cuando vaya al súper, con los alimentos de su alacena, revise… y terminará aterrado de saber cuánta azúcar y grasas se está metiendo, de ver cómo se está suicidando en cámara lenta, para hacer más ricas a la Coca-Cola, Sabritas, Jumex o Bimbo (en vez de que el eslogan de esta última fuese “con el cariño de siempre”, debiera ser “con el azúcar de siempre”).
Como es usual cada vez que se atacan sus intereses, la Coca-Cola se manifestó en contra de la “satanización” de sus productos, a través de las asociaciones industriales que encabeza y patrocina, usando también a los columnistas “de finanzas” que tiene en varios periódicos nacionales, los cuales son sus fieles sirvientes, sin importar el daño a la población que causa el veneno que meten a nuestros cuerpos, a cambio, of course, de que les patrocinen sus vacaciones en Dubai o el viajecito al foro de Davos. Entre paréntesis: No hay un solo columnista de “finanzas” de los diarios nacionales que sea pobre… aunque no le paguen por su columna en el diario donde escribe.
Los tentáculos de Coca-Cola y sus similares llegan hasta políticos aparentemente “intachables”, como Tatianita Clouthier, quien se oponía, hace algunos meses, al etiquetado nutrimental de hexágonos, para alertar a lo población sobre lo que está comiendo y bebiendo, y a la desaparición del Tigre Toño y otros personajes de los productos para niñas y niños. La gubernatura de Nuevo León bien vale unos miles de niños diabéticos ¿Cómo va Tatianita, entonces, a levantarle la mano a Coca-Cola que, vía Femsa, puede ser un gran patrocinador en la campaña contra Samuel García?
Y esas empresas salen con que sus productos no son el problema, sino “la falta de actividad física” ¿Usted cree que un albañil no tiene actividad física? Entonces, ¿por qué miles acaban con diabetes? Respuesta: Porque se toman una Coca-Cola de tres litros al día y, por más que uno viviera corriendo, no hay transpiración que elimine una bebida que tiene, en un solo vaso, la cantidad de azúcar que un ser humano debe consumir en todo un día.
Ojo, no defendemos el actuar de López Gatell durante la pandemia de Covid-19. Indiscutiblemente, ha falseado cifras, como muestra la investigación de la periodista Teresa Moreno, que encontró 31 mil 455 enfermos más y 618 fallecimientos adicionales, al sumar las cifras que reportan los estados y compararlas con lo anunciado por el subsecretario federal. Eso es un crimen, es manejar una emergencia sanitaria con tufo político, para que el presidente no pierda popularidad… y Hugo se encumbre, de pasada.
Pero, si no queremos acabar como tontos útiles de los intereses de alguien, hay que tener criterio, para separar las verdades de las mentiras que dice cada quien, porque TODOS dicen de unas y de otras. Y en el caso de los alimentos chatarra, López Gatell está en lo cierto, sin que ello implique que todo lo que haga sea bueno o que en todo se esté de acuerdo con él.
