En medio de crecientes divergencias entre sectores económicos y regiones durante 2023
La economía de México creció 0.9 por ciento en el segundo trimestre de 2023 en comparación con el trimestre previo, de acuerdo con la estimación oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) publicada por el Inegi.
Las instituciones económicas mundiales han estado mejorando sus previsiones para la economía mexicana en 2023. El Fondo Monetario Nacional (FMI) subió su pronóstico de crecimiento de 1.8 a 2.6 por ciento esto por la recuperación en el sector de servicios y los efectos derivados de la resiliente demanda en Estados Unidos. El Banco Mundial tiene un pronóstico para México de 1.5 a 2.5 por ciento para este 2023.
A pesar de las recientes sorpresas de crecimiento positivo, los riesgos plausibles siguen estando sesgados hacia la baja.
La inflación persiste en 2023. Mientras los mercados laborales siguen ajustados y se da el traspaso de la depreciación del tipo de cambio que podría impulsar la inflación y correr el riesgo de desanclar las expectativas de inflación en una serie de economías emergentes e industrializadas. La configuración institucional de la fijación de salarios en algunos países podría amplificar la inflación con presiones sobre los salarios.
Los mercados financieros han ajustado sus expectativas de política monetaria en 2023 endureciendo al alza desde abril.
Las instituciones financieras cuyos balances continúan siendo vulnerables al riesgo de tasa de interés, especialmente en aquellos altamente expuestos a los efectos de los bienes raíces comerciales. Los efectos de contagio son posibles, y una apreciación de las monedas de reserva, desencadenaría un efecto dominó negativo para el comercio mundial y el crecimiento.
El crecimiento de China tiene un rendimiento productivo inferior. Los acontecimientos recientes desplazan a la baja la distribución de riesgos en torno al pronóstico de crecimiento de China, con posibles implicaciones negativas para los socios comerciales en la región y de todo el mundo.
Se prevé que el crecimiento global caiga de un 3.5 % estimado en 2022 a un 3.0 % tanto en 2023 como en 2024. El aumento de las tasas de interés en la política de la banca central para combatir la inflación continúa afectando la actividad económica. Se espera que la inflación general mundial caiga del 8.7 % en 2022 al 6.8 % en 2023 y al 5.2 % en 2024. Se prevé que la inflación subyacente (básica) disminuya de forma más gradual, mientras que las previsiones de inflación en 2024 se han revisado al alza.
La reciente resolución del estancamiento del techo de la deuda de Estados Unidos y la fuerte acción de las autoridades para contener las turbulencias en la banca de Estados Unidos y Suiza redujeron los riesgos inmediatos de turbulencia en el sector financiero. Esto moderó los riesgos adversos para las perspectivas económicas de 2023.
Sin embargo, el balance de riesgos para el crecimiento global sigue sesgado a la baja. La inflación podría permanecer alta e incluso aumentar si se producen nuevos shocks, incluidos los derivados de la intensificación de la guerra en Ucrania y los fenómenos meteorológicos extremos, lo que desencadenaría una política monetaria más restrictiva. En la mayoría de las economías, la prioridad sigue siendo lograr una desinflación sostenida y al mismo tiempo garantizar la estabilidad financiera. Por lo tanto, los bancos centrales deben seguir centrándose en restaurar la estabilidad de precios y fortalecer la supervisión financiera y el control de riesgos.