Imagine usted una uva que al probarla, es como si bebiera cinco caballitos o shots de tequila al mismo tiempo, pues esto sucede con las “Uvas Atómicas” originales de la Cava García.
Se trata de un lugar ubicado en el pueblo mágico de Tecate, es la primera Cava ubicada a la salida por la carretera a Ensenada, y es donde tradicionalmente comienza la ruta del vino.
Ahí se desarrolla la Cava García, de origen familiar desde el año 1950.
Pedro García Farías desarrolló un sistema para destilar en dos ocasiones una misma uva, y se mantiene en fermentación por dos años y medio, generando el agua ardiente.
Al morder la uva, suelta el sabor explosivo en el paladar del agua ardiente, intenso, en una experiencia única y de moderación, porque con cinco uvas puede una persona quedar en estado de embriaguez.
Es una experiencia única y original, pero también los vinos de la cava son inigualables porque son realizados de manera artesanal y natural.
Cuentan con 14 variedades, desde los semi dulces y secos, con una amplia variedad de uvas como la Cabernet, Merlot, Tempranillo, entre otros.
Destaca el vino de 24 meses con Cabernet y Tempranillo con un suave toque de madera; también el original llamado Anastacia, que es semi dulce y que lleva ese nombre en honor a la primera hija de la familia.
“Un buen vino es para el paladar de la persona, es que busques cuál te gusta a ti”, comentó Pedro García.
Además de los vinos, hay licor de café, chocolate y de fresa, el vino oporto que es utilizado para preparar ponche a base de huevo y refresco, o bien con helado.
Para disfrutar los vinos, se puede acompañar con una tabla gourmet de quesos cien por ciento naturales, uvas naturales, queso de cabra, chorizo natural, entre otras delicias.
En el lugar se encuentran ocho cabañas para disfrutar la estadía, zona para realizar carne asadas, un área de animales que puede apreciar las familias, hay además dos salones para eventos familiares y sociales, todo atendido por la familia de don Pedro García y su esposa Verónica de García.