Salas llenas de arte y un vistazo a la historia vinícola en Baja California es lo que ofrece a sus visitantes el Museo de la Vid y el Vino, parada obligada para todos aquellos que visitan el Valle de Guadalupe.
Abierto en el 2012 con intención de promover la cultura del vino, el museo se encuentra en el kilómetro 81 de la carretera federal Tecate-Ensenada, en donde de lunes a jueves recibe a cientos de visitantes de diversas partes del mundo, sobre todo entre julio y agosto.
Patricia Rodríguez Macouzet, directora del museo, resaltó que la cultura vinícola del Valle de Guadalupe tiene al menos 500 años de historia, y Baja California se ha convertido en el estado con la mayor producción de vino en la República Mexicana.
“Fue una idea que se formó hace mucho tiempo por la necesidad del sector vitivinícola, particularmente, de tener una entidad que hablara, que informara, que explicara esta actividad, del porqué la gente bebe vino pero a veces no tiene idea”.
El museo cuenta con varias salas de exhibición permanentes, en las que se relata la historia del vino y el crecimiento de esta industria en Baja California, además de una muestra de barricas, maquinaria y otros instrumentos relacionados a esta labor.
Quienes acudan pueden contemplar una extensa colección de vinos creados por diversas bodegas en el Valle de Guadalupe, ediciones limitadas y vinos premiados, además de una sala especial dedicada a obras de arte enfocadas en la cultura del vino.
“Aquí en el museo tenemos mucha obra de arte inspirada en este tema, ya sea la escultura, la pintura, el tejido, el jardín temático les muestra algo de eso, porque habla de todo lo que rodea a este espacio”.
La entrada al museo tiene un costo de 70 pesos para los visitantes, gratis para menores de 12 años y personas con discapacidad, y existe la posibilidad de contratar un recorrido guiado al pagar un precio mayor.
Se cobra además una cuota de 600 pesos para aquellas personas que desean realizar una sesión de fotos profesional en las instalaciones, que cuentan además de las salas con amplios salones, ventanales y una vista panorámica de la plantación de vid.
Asimismo, debido a la necesidad de generar recursos para mantener el Museo, se puede rentar el lugar para eventos sociales como bodas y graduaciones, reuniones empresariales, conferencias o eventos educativos.
Desde la apertura del museo en 2012, resaltó Rodríguez Macouzet, personas de múltiples nacionalidades han acudido a visitar sus instalaciones, llegando a recibir hasta 400 personas por día en temporadas altas.
Entre los visitantes se cuentan personas de España, Francia, Italia, Luxemburgo, Grecia, Armenia, Georgia, Australia, Austria, China, Corea, Japón y países africanos, mientras que en el caso del turismo local son las personas de Sonora y la Ciudad de México quienes más acuden al museo, aunque se han recibido de todos los estados.