La ruta del ostión

Lo grandioso de estos lugares es que en un día de suerte puedes ser testigo de cómo los encargados de la producción revisan el proceso de crecimiento de los ostiones

Gabriela Arellano | El Sol de Tijuana

  · jueves 5 de agosto de 2021

Cortesía | @visitapuertopenasco

“Del mar a tu paladar” es una frase gastronómica que se cumple cuando visitas alguna de las ostioneras del estero Morua de Puerto Peñasco, Sonora; donde además de degustar de un manjar recién extraído del mar podrás disfrutar de la bella vista de los estuarios y dunas desérticas.

Visitar una ostionera puede resultar toda una travesía desde que tomas la carretera salida a Caborca, ¡pero no te preocupes, nosotros te contamos cómo llegar! A partir del kilómetro 7 inician las brechas de terracería que te llevan a estos lugares frente a los esteros donde se producen los ostiones, este molusco que tarda casi un año en crecer para saborearse en su concha con limón y salsa en fracciones de segundos. Cada una de ellas tiene señalamientos sobre la carretera, muy pintorescos y rústicos.

Cortesía | @visitapuertopenasco

La primera parada es en la ostionera Aquamar, desde que llegas a este sitio después de avanzar unos cuantos kilómetros por tierra, se deja sentir el ambiente campestre playero. Es salir del casco urbano para conectarte con los caminos entre el desierto y toparte con los estuarios donde producen los ostiones para llevártelos hasta tu mesa.

Cortesía | @visitapuertopenasco

En este lugar hay algunas mesas para que acompañado de tu familia o amigos puedan degustar de este marisco fresco, acompañados de bebidas refrescantes.

La siguiente brecha te lleva al Barco, el lugar que podría considerarse el más visitado entre las ostioneras porque además de ser un pequeño paraíso, tiene un restaurante donde puedes disfrutar de otros sencillos y deliciosos platillos de mariscos además de los ostiones recién sacados del mar. Una particularidad de este estuario es que lo trabaja una cooperativa liderada por mujeres y sus familias desde los años 80´s. Además, está rodeado de grandes dunas que son aprovechadas para practicar sandboarding. A la Ostionera el Barco llegan a degustar de lo que ahí ofrecen desde familias locales, turistas nacionales y estadounidenses además de visitantes de países como Corea y Canadá.

Cortesía | @visitapuertopenasco

Avanzados un par de kilómetros de brechas que bien puede ser un recorrido todo terreno entre arbustos desérticos y caminos surcados por los automóviles se encuentra la ostionera Acuícola Punta Peñasco, este punto pareciera un escenario de road movie. Frente al lago hay una cabaña, un carro rodante y varias mesas de madera para que puedas sentarte frente al mar a la vez que probar este manjar, además hay una hamaca en la que te puedes recostar para reposar el alimento.

Cortesía | @visitapuertopenasco

Del otro lado del estuario se encuentra Punta Roja, en esta parte del estero además de ofrecer los deliciosos y frescos ostiones para acompañarse con gotitas de limón y salsa se preparan ostiones horneados para que los comensales experimenten otras formas de saborear este marisco. Definitivamente es otro paraíso que merece ser visitado.

Lo grandioso de estos lugares es que en un día de suerte puedes ser testigo de cómo los encargados de la producción revisan el proceso de crecimiento de los ostiones o bien ver cuando sacan las canastas con el producto listo para que puedas probarlos.

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Y si no te diste tiempo de visitar alguna ostionera puedes pedir para probar los suculentos ostiones en casi todos los restaurantes de mariscos y restaurantes de cocina internacional, así como en la bajada de la Cholla.

Cortesía | @visitapuertopenasco

Ahora que conoces más sobre las ostioneras de este rincón del Mar de Cortés cuando visites Puerto Peñasco y quieras pasar un momento campestre familiar a la vez que degustar de un manjar recién extraído del agua, no pierdas la oportunidad de aventurarte y parar frente algún punto del estero a disfrutar de este marisco que va “del mar a tu paladar”.