La violencia de género ha sido parte de nuestra cultura como seres humanos desde el principio de los tiempos. Y hasta hace no mucho se ha generado un sin fin de esfuerzos para concientizar y erradicar este cáncer.
Romper el Círculo, protagonizado y producido por Blake Lively, acompañada en el reparto por Brandon Sklenar y Justin Baldoni, busca exponer el impacto que puede generar este tipo de actos en la vida de las personas.
Un punto a favor del filme es que saca provecho del público al que va dirigido y se desarrolla a su alrededor.
Dentro de lo criticable, la dinámica y la estructura carece de fluidez. Hay lapsos “telenoveleros” que la vuelven predecible.
Las actuaciones principales tiene la suficiente química como para enganchar con los protagonistas de la película, incluso al grado de cuestionar y molestar ciertos actos que realizan.
Lo más valioso de la película es la forma dura y tajante en que aborta temas fuertes e importantes como el abuso, los patrones, relaciones tóxicas y metas aspiracionales en la vida.
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La historia se centra en Lily Bloom, una mujer que se muda a Boston para materializar su sueño de tener su propio negocio de flores, pero al conocer a un neurocirujano, reviven fantasmas del pasado que busca exorcizar para sanar heridas internas.
