¿Conoces a todos los seres mitológicos de México? Muchos de ellos eran conocidos por su fiereza, fuerza e inteligencia, varios de ellos con una apariencia exótica, digna de un dios. No es el caso este ser, conocido como ‘Ek Chapat’ o también ‘Señor Escolopendra’.
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Del maya ‘Ek’ significa señor o gran señor, mientras que ‘Chapat’ significa ciempiés. Un ser encargado de vigilar la selva maya.
Conocido por vivir en la selva maya, este gran monstruo con siete cabezas humanas y cientos de pies se mueve a través de la maleza buscando a sus próximas víctimas.
Con gran paciencia esperaba a los valientes que se adentraban a la selva, así podría obstaculizar su camino y jugar un poco con ellos antes de devorarlos.
Si llega a encontrar a un humano, le preguntaría un acertijo sumamente difícil, con el fin de que su victima perdiera. Si falla la persona morirá devorada por sus enormes cabezas, pero si tiene la fortuna de responder correctamente, entonces Ek Chapat le concederá tres dones.
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A lo que nadie ha contestado correctamente a sus adivinanzas, con ello, los caminos de la selva se llenaron de huesos humanos.
Otra versión habla explica que este ser era un centinela de la guarida del terrorífico gigante Ua Ua Pach.
Para eso, el Ek Chapat debía tener sus ojos permanecían cerrados, pero esto solo significaba que se encontraba despierto. Mientras que si los mantenía abiertos, era que se encontraba dormido.
¿Alguna vez fue derrotado?
Sorprendentemente, una de las leyendas ligadas a este ser mitológico habla sobre un hombre, el cual pudo vivir al encuentro con Ek Chapat. ¿Pero cómo logro hacerlo? Este hombre, llamado ‘Corazón Turbulento’, vivía en un pequeño pueblo, hoy conocido como Valladolid.
Tras un día de caminata por la maleza, apareció Ek Chapat, asustándolo con sus enormes cabezas humanas y patas. Como siempre, buscando carne humana, le recito un acertijo difícil. Contrario a lo que esperaba, el hombre contesto correctamente gracias a la ayuda de una deidad maya. Sorprendido y a regañadientes le otorgo dones que él tenía, convirtiendo al hombre en un centinela como él.
Sin embargo, Corazon Turbulento no deseaba ser como él. Tras un feroz combate Ek Chapat termina siendo el perdedor, después de eso los caminos de la selva quedaron libres, permitiendo que los hombres volvieran a los caminos de la enorme selva.
