Uruapan hoy en día es un lugar impresionante y bello, lleno de lugares turísticos, los cuales cuentan con fascinantes leyendas. Tal es el caso de: “La rodilla del diablo”.
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Cuenta la leyenda que aproximadamente en el año de 1533 llego la devastadora noticia que el pintoresco pueblo de Uruapan comenzaba a decaer. El río Cupatitzio había comenzado a secarse, provocando que los manantiales fueran desapareciendo poco a poco.
Se creía que el diablo comenzaba a envidiar las alabanzas dirigidas a Dios, todas ellas agradeciéndole la belleza del río.
Así que el mismo Lucifer entro a los manantiales para darles fin, secándolos completamente. Al lograr su objetivo muchos comenzaron a morir, los animales morían de sed, la flora una vez verde y lleno de vida comenzaba a marchitarse.
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Incluso los animales que abundaban esa vegetación comenzaban a lamentar la pérdida del rio por las noches.
El sufrimiento de todos terminaría cuando llega el apóstol Fray Juan de San Miguel, comenzó a sacrificar pequeñas cosas de él, como ayunar, aumentar sus disciplinas o sus rezos. Una tarde hablo con los habitantes de Uruapan, pidiéndoles tener fe a Dios. Al día siguiente todos los creyentes siguieron al el apóstol Fray Juan, en el lugar, él comenzó el exorcismo, rezando un asperges (rezar).
Cuando el agua bendita toco el suelo, se escuchó una explosión que hizo temblar la tierra. Seguido de unos lamentos horribles. El aire comenzó a tener un desagradable olor a azufre, poco después todos los creyentes observaron con horror como el diablo salía de la tierra.
En esta parte de la historia es cuando comienzan a surgir varias versiones, una de ellas es que al caer el agua bendita y la explosión, el pastor corrió detrás del diablo con la imagen de la Virgen, en su huida, el demonio tropezó en una piedra y dejándola marcada.
En la siguiente versión, el diablo, al huir paso frente a una imagen de la Virgen, lo que provoco que tropezara en una roca.
A pesar del terror, los creyentes miraron con emoción como el agua comenzaba a brotar de nuevo en el río.
A partir de ese momento, “La rodilla del diablo” ha sido una leyenda muy sonada, incluso se convirtió en una zona turística muy popular, localizado en el Parque Nacional Barranca del Cupatitzio.