Tijuana.- Montserrat Rodríguez Ruelas, maestra de primero de primaria, ha encontrado entre la docencia y la escritura una combinación para retroalimentar la creación literaria.
“Me ayudó mi labor docente porque siempre estoy aprendiendo de ellos (alumnos), cómo observar la vida con nuevos ojos, cómo aprenden nuevas cosas”, dijo la maestra y escritora.
El pasado 28 de abril recibió una llamada telefónica del jurado del premio Nacional de Novela “Amado Nervo 2021” para anunciarle que se había hecho acreedora del premio por su obra “Aunque es de noche”.
“Me sorprendió mucho, esperaba ver en las noticias quiénes eran los ganadores, entonces al recibir esta llamada justo cuando yo iba a cruzar la línea (a Estados Unidos), me llenó de emoción, sentí gratitud, como que podía encontrar una motivación para seguir”, relató.
¿De qué trata “Aunque es de noche”?
Es una novela que surge del poema “El cantar del alma”, es un verso de ese poema, digamos que es el núcleo de la historia.
El personaje es un joven de 17 años que por diversas cuestiones familiares llega desde la canalización del Río Tijuana hasta el mar.
También aparece como personaje una niña que hace el recorrido de manera paralela como sacada de un cuento.
¿Qué te inspiró?
Los espacios geográficos de Tijuana. Como decía la canalización, pero también las problemáticas de inundaciones que tuvimos antes de que fuera construido, y cómo siguen funcionando.
También me inspiró trabajar como profesora, siempre estoy en contacto con niños, por eso el personaje de una niña.
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¿Cómo combinas ser maestra y escritora?
Es una relación que se nutre constantemente, no sólo por la inspiración. Digamos que la escritura, o mi quehacer con los libros, se ve impregnado en mi en mi vida diaria.
¿Qué es la escritura para ti?
Es un oficio noble que me permite hacerlo muy bien con mi trabajo de maestra. No es costoso, solo el tiempo que le debes dedicar. Algunos libros son costosos pero ya podemos encontrarlos también en PDF, digitales, esto ayuda.
¿Crees que hay una tendencia de no a la lectura literaria?
Pienso que es un problema más de los adultos, que ya no hay alguien que nos oriente o nos diga: ¿te gustaría acercarte a estos libros? O preguntar sobre lecturas. Dejar de leer es una decisión, tú decides a lo que le dedicas más tiempo.
Desde mi experiencia en las aulas he observado que los niños de este ciclo escolar y a los que les di clases cuando recién ingresé, en el 2015, siguen teniendo ese interés por los libros. Todo depende la manera como se los presente, porque quizás en casa no tienen tanto acervo, en el salón o en la escuela. Pero está la biblioteca, y si los orientas a la lectura, que no sea impositivo sino que conozcan que hay libros aparte de los de texto y tú puedes elegir por tu interés sin ninguna presión, eso ayudaría.
A veces en la escuela nos imponen cosas, ¿crees que eso afecta?
En todas las experiencias, si te están obligando vas a tener un recuerdo muy poco satisfactorio, es un tema complejo.
Como docentes tenemos libertad de elegir cómo orientar a los niños hacia la lectura, pero ya cuando hablamos de asignaturas como lectura y redacción, es algo más complejo porque muchas veces el docente también está presionado por un currículum y no podemos elegir libremente, debemos de cumplir con un plan de trabajo.
¿Cuándo sentiste esa conexión con los libros?
Cuando era niña, estaba en cuarto grado o quinto. Mis padres me inculcaron la literatura y al principio sí batallaba, no me resultó algo fácil, pero encontré el libro indicado y a partir de ahí descubrí que había cosas que podía elegir por placer.
¿Cuál fue ese libro?
Un libro de Isabel Allende, una autora que en esta época de mi vida no he vuelto a leer pero fue la escritora qué sembró esa semilla.
Fue la trilogía de “La ciudad de las bestias” que es más juvenil, creo que estuve en una edad propicia para identificarme con los personajes.
¿Qué plan tienes para el futuro?
Tengo dos proyectos de escritura que me gustaría realizar y aún están en etapa temprana de tomar notas y leer mucho. Pero definitivamente continuaré para abocarme a ello y sobre todo seguir al pendiente de mis amigos y compañeros escritores.
El próximo 23 de mayo, Montserrat Rodríguez Ruelas, recibirá el premio por parte de la Universidad Autónoma de Nayarit.