Marcos Romero
Siguen los cambios en el cuadrilátero. El comisionado de Lucha Libre en Tijuana, Alejandro Dávila, señaló que las modificaciones en las funciones que se han llevado a cabo en la ciudad son con la intención de proteger al espectador y dignificar la disciplina.
“Tratamos de cuidar a los niños y a la gente que paga un boleto para estar contenta y ver un espectáculo. No tiene por qué ser molestada”, apuntó.
Entre las primeras medidas que anunció el comisionado, y quizás la más polémica, fue prohibir las peleas mixtas en las funciones que se desarrollen en Tijuana. La comunidad de promotores no tardó en reaccionar.
“Se me echaron encima”, reconoció el también luchador. “Las empresas grandes que vienen se amparan con que son de México, pero de hecho el reglamento lo dice y no lo han leído. No es tanto que yo no quiera que se hagan las luchas mixtas, es más que nada porque creo que es una forma de fomentar el abuso a la mujer, la violencia ante la mujer”, agregó.
“¿Qué espectáculo puede ser pegarle a una mujer?”, cuestionó. “Es cuidar un poco la imagen. Luchadora con luchadora y luchador con luchador. Género con género”.
Desde hace un par de décadas, las luchas extremas han sido unas de las modalidades consentidas de la afición. Ver exponer el físico de los luchadores es un atractivo muy grande para la afición pero hay límites en lo prudente y lo irresponsable.
“De las luchas extremas estamos quitando los bulbos y el fuego. Además de buscar cuidar la integridad de la gente que pagó un boleto”, aseguró.
Dávila aceptó que la labor no es fácil en buscar recomponer algunas facetas criticadas de la lucha libre en la administración pasada que estuvo a cargo de Diego Frías.
“Estamos trabajando en eso y no va a ser fácil porque si nos dejaron algo muy pesado en la administración pasada. Cada quien hace lo que cree que es conveniente y lo que su criterio cree que es lo correcto”, concluyó el luchador tijuanense.