Carson, California.- Anthony Lynn, entrenador en jefe de Chargers de Los Angeles, fue despedido después de cuatro temporadas.
A pesar de terminar 2019 con record de 5-11, Lynn firmó una extensión de un año durante el receso de la temporada, pero los voltios terminaron el 2020 con marca de 7-9, siete de las nueve las derrotas fueron por margen de una anotación.
En una gran demostración Chargers ganó los últimos cuatro juegos de la temporada, pero la directiva consideró ese esfuerzo como insuficiente y hoy, en el llamado lunes negro de la NFL, Dean Spanos, propietario de la franquicia del rayo, hizo el anuncio:
Esta mañana le informé a Anthony Lynn que habíamos tomado la decisión de separarnos de él como nuestro entrenador en jefe. No estoy seguro de que haya otra persona en esta liga más respetada como ser humano que Anthony, y quiero expresar sinceramente mi más profundo agradecimiento por su liderazgo durante un momento de grandes cambios para nuestra organización
"Como todos sabemos, este es un negocio impulsado por los resultados y, en pocas palabras, los resultados de los últimos dos años no han cumplido con las expectativas. En el futuro, redoblaremos nuestros esfuerzos para construir y mantener un programa de calibre de campeonato. Hemos sido innovadores en muchas facetas de nuestra organización en los últimos años, y debemos trasladar eso a toda nuestra operación. Nuestros aficionados deben saber que Chargers de Los Ángeles está comprometido con un fútbol constante y ganador. La búsqueda de un nuevo entrenador en jefe comenzará de inmediato ". Terminó diciendo el comunicado de Spanos.
Lynn termina su período de cuatro años con los Chargers con un récord de temporada regular de 33-31 y una marca de postemporada de 1-1. En 2018, Lynn llevó a los Chargers a un récord de 12-4 y una victoria de playoffs, pero no pudo mantener ese ritmo, con un récord de 5-11 en 2019 y de 7-9 en 2020.
El inesperado ingreso de Justin Herbert como mariscal de campo titular pudo ayudar a Lynn a continuar como entrenador de los rayos, con unas victorias en los juegos cerrados que perdieron al principio de la temporada.
Las decisiones de Lynn provocaron duras críticas, el manejo del reloj de juego y su selección de jugadas fueron cuestionadas con mucha frecuencia. En las dos últimas campañas los voltios se distinguieron por ser un equipo incapaz de cerrar los encuentros, en 16 de las 20 derrotas acumuladas en ambas temporadas cayeron por diferencia de una anotación.
Los equipos especiales fueron un desastre, en esta fase el juego, quedaron en último lugar en la liga. Fallaron 12 patadas, incluidos tres puntos extras y nueve intentos de gol de campo, les bloquearon tres despejes, dos les fueron devueltos para touchdowns y un gol de campo bloqueado devuelto para touchdown. El promedio de despeje neto de Chargers terminó como el peor de la NFL.
Lynn hizo cambios en la coordinación de equipos especiales, incluso el terminó haciendo las labores de coordinador de esa unidad y aunque hubo cierta mejoría, no hizo ninguna diferencia, ya que los Chargers se perdieron la postemporada por novena vez en 11 años.