Los fantasmas del pasado lo acechan. A los diez segundos del tercer round cayó por nocaut técnico el boxeador tijuanense Antonio “Tony” Merino (6-5-1; 8 KO) en su regreso a los cuadriláteros tras poco más de un año de ausencia. El ganador de la noche fue Jesús “Cherokee” Palizada (3-10-2; 3 KO), quien ha ganado todas sus peleas por nocaut.
Merino sufrió una lesión en la mano derecha en 2018, por lo que tuvo que tomar una pausa en su carrera para poder sanar. Sin embargo volvió a recaer de sus males. El médico de la Comisión de Box, Benjamín Mora, le diagnosticó una fisura en la muñeca derecha al finalizar el combate; el púgil salió del encordado con hielo.
En el primer round del enfrentamiento se vio reflejado su falta de actividad profesional. En su esquina le gritaba el “Capy” agresividad a la hora del contrataque, no obstante no logró conectar ningún golpe sólido.
Jesús Palizada demostró el aprendizaje que ha adquirido desde que se unió a Box Revolution de Heriberto Solís. Una propuesta fresca y agresiva que plasmó en el cuadrilátero de la Arena Big Punch.
La actuación de Merino mejoró significativamente en el segundo rollo. El boxeador tuvo una mejor movilidad en el cuadrilátero y con golpes a la zona hepática que hacían retroceder a Palizada. Pero la desgracia llegaría en los últimos segundos. Se veía una baja en la intensidad de “Tony” y en el entretiempo se supo el motivo.
Tuvo un sangrado en las fosas nasales que el médico Mora no consideró fuera impedimento para seguir en el combate. El problema estaba en la mano derecha. Al retirarle el guante y las vendas, era visible la inflamación que sufría el boxeador.
Antonio Merino disputó el campeonato juvenil Plata del CMB en el Auditorio de Tijuana ante el trinitario Prince “Tiger” Smalls; el tijuanense ya no salió a combatir en el octavo episodio: “no siento mi mano”, expresaba en diciembre de 2018 el púgil