Educación, futbol, violencia y abuso

“Lo más importante en el futbol no solo es formar futbolistas sino buenos seres humanos que aman este deporte alternado con una formación profesional, alejándose de los vicios y violencia solo por el placer de jugar”

  · sábado 15 de diciembre de 2018

Desde mi escritorio:

Tanto en la educación como en el futbol se vive la violencia, la corrupción y muchas mentiras que lastiman a niños, niñas y adolescentes en su formación integral y de calidad.

¿Qué niño no ha soñado con ser Messi, Cristiano Ronaldo, Neymar al ponerse su uniforme de futbol?, verlos jugar en receso escolar o en el parque con su familia dando rienda suelta a sus fantasías.

La escuela se ocupa de desarrollar la capacidad intelectual, física, afectiva y moral de los alumnos para guiar el aprendizaje en la adquisición de los conocimientos, habilidades, valores, creencias, hábitos en el desarrollo de sus inteligencias como talentos múltiples y la personalidad con estrategias psicopedagógicas para su formación integral.

La neurociencia nos enseña que la diversión y la emoción son elementos esenciales para el aprendizaje, la cancha de futbol es un espacio lúdico para desarrollar habilidades, valores y enseñanzas de vida en el deporte.

Las escuelas de futbol y Fuerzas Básicas de los clubes tienen la responsabilidad de apoyar la infancia y juventud mediante el deporte en la enseñanza de valores, con el fin de contribuir a una sociedad más igualitaria e inclusiva. Aprovechando la fuerza que genera el futbol, para sensibilizar sobre la igualdad previniendo conductas violentas, aportando soluciones inteligentes en la formación integral de sus jugadores. Como lo realiza el profesor Ignacio Ruvalcaba, de Xoloitzcuintles de Tijuana. El equipo de Xolos es un ejemplo de formar jugadores.

Nos cuestionamos: ¿por qué se sigue dando la violencia en la escuela al igual que en las canchas y estadios de futbol? Evitemos lo que sucedió en Monterrey previo al “Clásico Regio”, o lo que paso en Veracruz con el abuso de un menor de 17 años por el sueño de jugar profesionalmente.

Causa indignación todo esto, más cuando utilizan niñas y niños algunos con discapacidad para entregar el balón antes de empezar el partido diciendo las frases: “Juega limpio”, “Siente tu Liga”, donde pasa todo lo contrario. Algunos directivos no juegan limpio hacen que del futbol surjan mercenarios de jugadores como algunos visores que engañan a los padres de familia pidiéndoles dinero para colocarlos en fuerzas básicas, con complicidad de algunos entrenadores.


El entrenador hoy en día no debe formar mentalidades de guerreros para enfrentar a rivales sinónimos de violencia, en la metodología y didáctica contemporánea de la enseñanza del futbol en los entrenamientos se educan con valores, desarrollando habilidades destrezas del talento físico, ejercicios técnicos y tácticos para enfrentar a “oponentes” y disfrutar el partido no a rivales, para golpearse.

Hemos visto en el peregrinar en la vida del futbol todo tipo de éxitos y fracasos, violencia como corrupción en los jugadores arreglados y de tragedias para conseguir el sueño de ser futbolistas profesionales, algunos abandonan los estudios con la complicidad de padres y directivos, al paso de los años no tienen nada por no saber administrar bien su economía al perderse entre las diversiones, el alcoholismo viviendo ahora las pesadillas del tiempo perdido.

La violencia en el futbol se da porque se vive en el hogar, se traslada a la escuela y se incrementa en el futbol. Donde padres, entrenadores, jugadores y directivos le gritan al árbitro palabras ofensivas, antes, durante y después del partido, tomando sus cervezas mientras los niños los observan y lo aprenden.

En la formación de jugadores, un entrenador que no regula sus emociones, utiliza un lenguaje soez en los entrenamientos, al igual que en los partidos, reproduce lo que aprendió en su formación, solo muestra poca capacidad de comunicación asertiva, la falta de una buena expresión oral, de cultura, la carencia de crear ambientes de motivación de alto nivel de energías positivas para la autoestima de los jugadores.

Los directivos, así como el cuerpo técnico de formadores de futbolistas tienen que ser un ejemplo de valores, brillando por su ética, honestidad de intachable integridad moral. Debe ser incorruptible, en las invitaciones, convivencias o regalías de padres, con el objetivo de alinear a sus hijos.

Lo más importante en el futbol no solo es formar futbolistas sino buenos seres humanos que aman este deporte alternado con una formación profesional, alejándose de los vicios y violencia solo por el placer de jugar.

¿Tú qué opinas estimado lector?

talentoschipi@hotmail.com