Tijuana.- El boxeador tijuanense, Iván “Niño Maravilla” Morales (32-3; 19 KO) venció por conducto de la decisión unánime al hidalguense, Fernando “Pillo” Curiel (7-25; 2 KO) en la cartelera montada por Jibaros Boxing Promotions en la Unidad Deportiva Crea.
Los jueces anotaron en sus tarjetas: 60-54, 60-54 y 59-55.
Durante los seis rounds de la pelea, el ritmo fue en constante incremento. El hermano menor de los Morales presentó su mejor artillería ante un contrincante que aguantó a pie firme hasta el final.
Lejos de conformarse con sumar una victoria más en su carrera, Iván Morales reconoció que debe de trabajar en su aspecto físico para retomar la intensidad en los momentos cruciales de los combates. Afirmó que este tipo de combates son ideales para recorrer lona después de un prolongado periodo de inactividad, además de ser un espectáculo vistoso para los contados espectadores.
“Debo meterme más al gimnasio. Por momentos me vi muy lento, muy fuera de ritmo”, aceptó el tijuanense. “A mí me encanta el intercambio de golpes. Estuvo divertido. A la gente le gusta más. Y a mí me sirve para trabajar más rounds, regresar a mi ritmo normal”, añadió.
Rescató de su desempeño la capacidad para mantener su energía durante los seis capítulos.
“Terminé la pelea a buen ritmo, me mantuve a buen ritmo. Creo que fue más la lentitud, porque por eso no pararon la pelea: fui de frente, aguanté golpes, di golpes. Hice lo necesario para ganar”, señaló.
El futuro es incierto aún para el púgil. En su trayectoria ha peleado en destinos exóticos como Japón o Gales, pero no le inquieta saber cuál será el siguiente paso en su carrera, él solo se centra en cumplir en el encordado. “Estoy abierto a lo que venga. Yo soy boxeador, no soy negociante“.