Marcos Romero
El maestro de Artes Marciales, Rigoberto López, fue objeto de un merecido reconocimiento por parte de la Sociedad de Historia de Tijuana en presencia de familiares y amigos que compartieron con él ese gran momento.
En medio de una emotiva velada, en la cual se reconoció la carrera de quien no solamente brilló con luz propia, pero también innovó las artes marciales al formar su propia escuela, lo cual lo llevó a ser el precursor de nuevas generaciones y diseminar su estilo en varios puntos de todo el mundo.
La ceremonia se llevó a cabo el pasado miércoles en el salón principal de la Sociedad de Historia de Tijuana como marco para dar testimonio de un hombre que es un ícono del deporte no solo local sino también a nivel nacional e internacional.
Impartió clases luego de haber perfeccionado varias técnicas de las artes marciales, asistido a innumerables seminarios e incluso dejar huella en el mundo del fisicoconstructivismo, para entonces desarrollar su propio estilo con el que han crecido varias generaciones.
Sensiblemente emocionado a más no poder, Rigoberto López, estuvo en la mesa de honor acompañado por Mario Córdova Torres, presidente de la Sociedad de Historia, quien hizo la presentación correspondiente; el licenciado Juan Marcos Gutiérrez González, así como su amigo Fidel Loaiza; el presidente del Salón de la Fama del Deporte de Tijuana, César Meza y de los cronistas deportivos, Juan Manuel Martínez y Carlos Yeme.
Mediante la proyección de algunas diapositivas se fue narrando la historia del homenajeado, cuyos recuerdos llegaron enseguida a su mente, y así casi en lo que tarda un abrir y cerrar de ojos, su vida pasó frente a él, sintiendo todo ese recorrido de recuerdos imborrables.
Inició la práctica de las Artes Marciales a los 14 años de edad, de 1960 a 1965 en los Ángeles, California. En aquel tiempo conoció al G.M. Tu'umamao Tino Tuiolosega, iniciándose en la práctica de Lima Lama. Aportó sus conocimientos para ayudar al Grand Master Tuiolosega para crear las formas y técnicas originales de que hasta el día de hoy se siguen practicando y forman parte del programa de Lima lama.