Tijuana.- Jackie ‘Princesa Azteca’ Nava ha sido un objeto de inspiración en el deporte y en la vida misma. La tijuanense recibió uno de los homenajes que más la ha conmovido: reveló la estatua que la inmortaliza como una leyenda en el Salón de la Fama del Deporte de Tijuana.
La exboxeadora colgó los guantes después de 21 años de trayectoria en los encordados. Presume múltiples campeonatos del mundo en peso Gallo y Supergallo, fue la primera monarca femenil del Consejo Mundial de Boxeo y protagonizó más de 20 peleas de título en su exitosa carrera.
Jackie Nava ahora busca encarar y conquistar nuevos objetivos lejos del boxeo, lo que le ha permitido dimensionar y apreciar lo que logró con su talento en el pugilismo.
“Es el esfuerzo de mucho trabajo, de muchos años de trabajo. No habló sólo de boxeo, habló de esfuerzo de estudio, se madre, organizarme todos los días. Sí ha sido difícil, ninguna carrera exitosa ha sido fácil, pero vale la pena”, dijo la ‘Princesa Azteca’.
En esta ceremonia se tomó el tiempo para recordar a un personaje especial en su vida que, por cuestiones de la vida, no pudo observarla convertirse en la figura que del boxeo que es, pero sin su presencia, jamás habríamos disfrutado del boxeo de Jackie Nava.
“Han sido muchas personas las que han estado conmigo, pero el que me impulsó desde un principio fue mi padre. Él me incursionó en el deporte de contacto: karate, luego kick Boxing. Él ya no me vio boxear, pero toda su filosofía de vida y su forma de trabajar, estaban conmigo”.
Roberto Nava falleció en mayo del 2000 por Cáncer de Páncreas. Un año después llegó el debut de Jackie Nava en el boxeo en Hawái, en el inicio de una exitosa trayectoria. En cada combate, fue un elemento más de esquina, que sin duda la acompañó en las victorias y en las derrotas. “Quería que él estuviera orgulloso de mi”.
La ‘Princesa Azteca’ luchó contra todos para materializar sus sueños. Le tocó abrir camino para que las nuevas generaciones de boxeadoras gocen de mejores condiciones laborales y oportunidades de desarrollo en una disciplina monopolizada por los hombres.
“Hay momentos claves que te señalan porque eres mujer. Lo que yo quise demostrar es que también hay técnica en mujeres, que se viera bien. Lo quise demostrar y sí se logró”, finalizó.