Pasadena, California.- Javier Aguirre se presentó en su tercera etapa al mando de la Selección Mexicana con un triunfo (3-0) ante Nueva Zelanda que pudo ser para más.
El ‘Vasco’ se mostró satisfecho con el desempeño de sus jugadores, pero reprochó algunas actitudes frente al arco.
“Me gustó que, sin hacer un gran partido, el equipo siguió corriendo y metiendo, siguió con una gran disposición. No me gustó que demasiado juego hacia atrás, demasiado pausado, demasiado juego con el portero, pudieron ser más agresivos. Defensivamente también llegamos un poquito tarde, producto de la fatiga quizá, pero tenemos que corregir más cosas en el aspecto defensivo, y sobre todo en el último tercio ser más egoístas”, dijo.
“No es posible que estés frente al portero, tiramos dos veces al palo y volviendo a patear de primera. Si metes tres, entran seis, esa agresividad encausada, no de patada, no de golpe, no tonterías con la boca, pero no te conformes. Eso no me gustó mucho”, agrego.
Aguirre asume las riendas de la selección por tercer ciclo mundialista, pero este es diferente. Señaló que no hay prisa y que hay tiempo para trabajar con una generación que ha sido cuestionada.
“Nunca le puedes decir que no a tu país en cualquier cargo, en el fútbol me refiero, y no es la excepción. Soy un privilegiado, porque después de estar 15 años en la liga española y estar un montón de años fuera, que me vuelvan a llamar, me llena de orgullo. Claro que te emocionas y cuando estás ahí un poco tenso y escuchas a la gente, el calentamiento de los jugadores. El día que yo creo que pierda eso, es el día final, de momento mientras esté vivo, alerta, me mueva, no entiendo, seguiré dando guerra”.
La afición mexicana no perdonó los recientes fracasos de la Selección Mexicana. Asistieron 25 mil 271 personas, oficialmente. Pero la sensación fue muy inferior a la cifra que se publicó.
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El estratega aseguró que es importante recolectar con la afición de cara a la Copa del Mundo 2026.
“Hay que darle a la gente lo que pide, un equipo que luche, que pelee, no podemos bajar los brazos. Jugar bien al fútbol hoy era complicado por el ritmo del partido, el poco entrenamiento, la humedad, el calor, era demasiado pedir, entonces el mensaje era ese. No es posible que vengan 25 mil o los que hayan vendido, que hayan pagado su boleto y que se vayan tristes a casa al final por lo que vieron. Más allá del resultado, más allá del rival, tu selección, ese es el mensaje al inicio, al medio y al final”, afirmó.
Finalmente, aseguró que no hay jugadores vetados por indisciplinas en la selección, por lo menos bajo su cargo. Además, reiteró que todos los jugadores tienen las puertas abiertas para ser parte de la Selección Mexicana.