San Diego.- Los Padres de San Diego tienen entre sus brazos un talento distinguido. El lanzador mexico-americano, Jeremiah Estrada, consiguió 13 ponches en Grandes Ligas, la cifra más alta desde la era de la expansión en 1961.
El relevista declaró que no estaba consciente de la marca que rompió, sólo estaba enfocado en salir al montículo y enfrentar al bateador un lanzamiento a la vez.
“No sabía cuál era el récord. Alguien me había dicho que eran 10 y dije: ‘genial’. Pero realmente no importa. Trato de no pensar en eso. Al principio del juego me pasó por la mente, pero sabía que mi mayor responsabilidad era lanzar en esa novena entrada y ganar el juego”, dijo.
Estrada fue dejado en libertad por los Cachorros de Chicago y los Padres le dieron la oportunidad este año de demostrar su talento en la lomita.
“Significa mucho por todo lo que he pasado y el trabajo que he hecho. No puedo explicarlo. Estoy agradecido y bendecido con la gente que trabaja conmigo durante mi carrera, durante mi tiempo en el béisbol profesional. Estoy feliz por tener este reconocimiento”, declaró.
Las cifras de Jeremiah Estrada esta temporada son 2-0, con un promedio de carreras limpias por partido de 0.55 en 12 juegos lanzados. En 16 entradas y un tercio a repartido 28 chocolates en total.
No ha sido un camino fácil para Estrada. El año pasado no logró permanecer en el equipo de Chicago y al arranque de esta temporada lanzó en triple A con El Paso Chihuahuas, lo que significó un golpe para el lanzador, pero lejos de verlo como un obstáculo en su carrera, lo vio como una motivación para demostrar su talento.
“Yo y mi novia nos pusimos muy sentimentales cuando me dijeron que tenía que ir a El Paso (triple A), porque mi meta era permanecer en el equipo, pero no iba a permitir que eso me afectara. Sabía que tenía que seguir esforzándome en El Paso, para cuando se diera la oportunidad de regresar, dejarles en claro porque debo permanecer aquí. Espero que siga así”, señaló.
El año pasado trató de ser parte del histórico equipo mexicano que logró el tercer lugar en el Clásico Mundial de Béisbol. Sin embargo, por recomendación de Chicago, dejó el equipo para enfocarse en los Cachorros, aunque posteriormente fue cortado. Se quedó con las manos vacías y los deseos de poder cumplir sus sueños, pero el deporte da revanchas y ya pone su mira para la próxima edición en 2026, para representar a sus raíces mexicanas.
“Yo quería unirme el año pasado, pero los Cachorros de Chicago dijeron que preferían que me enfocara en ser parte del equipo de lanzadores y después me dijeron que no iba a ser parte del equipo. Sólo me dijeron: ‘eres joven. Tienes opciones’, pero aún así podía ir a lanzar con la selección de México”, lamentó.
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“Me voy a alistar para la siguiente edición y voy a tratar de conseguir ser parte del equipo. Son mi sangre y quiero ponerme el uniforme de México”, finalizó.
