Pascual Campomanes

Tijuana.- Era de esperarse; tal y como sucede en cada partido que las Chivas juegan en el estadio Caliente, el inmueble se convierte prácticamente en la casa del “rebaño”.

El inmueble enclavado en los terrenos del hipódromo se vio inundado por las camisetas con los colores del Guadalajara.

Incluso un momento curioso fue que cuando el portero Gibrán Lajud hacía sus despejes, le gritaban el ya famoso “eeeh p…” cuando casi siempre es con el potero contrario.

Desde la llegada se pudo observar la gran cantidad de aficionados con la playeras rojiblancas que se dirigían hacia el interior del estadio; en el estacionamiento todo era fiesta pero para los aficionados de Chivas.

Una porra muy numerosa se colocó en la zona de la cabecera norte que no paró de apoyar durante todo el encuentro a un equipo juvenil de Chivas, que reservó a sus titulares con miras al juego de la final de la Concachampios, el cual se efectuará el próximo martes en la ciudad de Toronto, Canadá, y en la cual el “chiverío” buscará llegar por primera ocasión en su historia al Mundial del Clubes.