San Diego.- Junto a Joe Musgrove, Blake Snell se convirtió en el mejor lanzador de los Padres de San Diego en las últimas semanas.
Su bajo porcentaje de carreras limpias admitidas en agosto daba esperanza para pensar en un buen cierre de temporada; tuvo 1.72 de efectividad, una marca de 3 victorias y solamente una derrota y, en su primera apertura del mes de septiembre, estuvo cerca de mantener un juego sin hit ni carrera ante los Angels de Los Ángeles, pero lanzamientos extras en el séptimo acto de ese juego le cansaron y terminó cediendo par de carreras en un imparable en Petco Park.
En Dodger Stadium, en su segunda salida del mes, ni siquiera pudo terminar la entrada inicial.
Sacó a los dos primeros bateadores del juego, pero ante Trea Turner vino el problema. Tras su décimo envío del día, hizo un gesto mostrando incomodidad; después de su onceavo y último, rápidamente volteó al dugout e indicó que no podía continuar.
El relevo inmediato, Nabil Crismatt, solamente permitió par de imparables en 2 entradas y un tercio de labor. Después desfilaron cinco lanzadores más y todos ellos recibieron anotaciones, los Padres perdieron 8 carreras a 0.
“Tiene rigidez en el abductor izquierdo y está día a día”, expresó el manejador Jayce Tingler sobre el pitcher zurdo. “Estamos esperanzados de que lo detectamos a tiempo pero veremos cómo evoluciona en los siguientes días, eso nos debe dar un indicativo de dónde estamos con eso”.
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Ante la inconsistencia de Yu Darvish en los recientes meses y la incertidumbre sobre qué versión de Chris Paddack se verá en el montículo cada que le toca lanzar, la baja temporal de Blake Snell es un duro golpe para las aspiraciones de los frailes para entrar a postemporada, justo en medio de uno de los viajes más complicados de la campaña. Ya fueron a Los Ángeles, están en San Francisco y concluyen la semana en San Luis, buscando jugar en octubre.
Tingler dio a conocer que no es la primera ocasión que se presenta este problema físico, pero que no había sido un inconveniente para lanzar, hasta ahora, el momento más importante de la temporada.
“Es algo con lo que ha batallado en el pasado, por lo general no se presenta hasta la sexta o séptima entrada, pero por alguna razón se presentó en el primer inning”, aseguró el timonel de San Diego. “Veremos cómo va el tratamiento y cómo responde en los siguientes días, pero se ve mejor al caminar, dice sentirse mejor”.
Tras haber recuperado de lesiones a Darvish, Paddack y a Jake Arrieta, más allá de las dudas que presentan, parecía que el staff de lanzadores de los Padres estaba completo para pelear por el segundo comodín de la Liga Nacional, sin embargo, sin Snell luce complicado el panorama rumbo a las semanas finales de la campaña.
