Marcos Romero
Tijuana.- El combinado de Baja California fungió como anfitrión del Campeonato Nacional de Esgrima 2018 y destacó de entre los demás estados de la republica al conseguir su séptimo campeonato en esta disciplina, en la que la tijuanense Natalia Botello demostró una vez más por qué es la mejor en la categoría Cadete Femenil en el país.
En el evento, que se desarrolló en las Instalaciones del Centro de Alto Rendimiento (CAR), Botello se localizó en lo mas alto del podio al conseguir tres medallones áureos en Sable Juvenil Femenil en la categoría Cadete Menor, y se postula como una de las esgrimistas favoritas para ganar los Juegos Olímpicos de la Juventud que se realizarán este mismo año en Buenos Aires, Argentina.
En el último día de actividades, Jorge Castro Rea, presidente de la Federación Mexicana de Esgrima (FME), fue testigo de como Baja California se colgaba el metal áureo del duelo de Espada Varonil Infantil Olímpico por equipos al derrotar a la delegación de Jalisco en la final. El seleccionado “cachanilla” estuvo conformado por Fernando Arroyo, Arturo Rangel, Omar Jiménez y Edgar Márquez.
El escuadrón de Sable Femenil Infantil Olímpico por equipos del estado 29 no se quedó atrás y, al igual que los varones, derrotaron en la final a los representantes del estado tapatío. El equipo estuvoa conformado por Julieta Leal, Alejandra Beltrán, Gabriela García y Zareli Aragón.
El Campeonato Nacional de Esgrima fue clasificatorio para la Olimpiada Nacional Juvenil; que, en el mes de junio, arranca en Cancún, Quintana Roo. De ahí, la importancia de realizar un buen papel en esta competición, mismo objetivo que se consiguió y que confirma el potencial del combinado bajacaliforniano en este deporte al ser considerado el rival a vencer.
La edición anterior de la Olimpiada Nacional, el evento deportivo más importante del país, se desarrolló en la Ciudad de México en 2017, y la delegación bajacaliforniana regresó a casa con un total de 34 medallas; 17 medallas de oro, ocho de plata y nueve reconocimientos de bronce para los “cachanillas”