Tijuana.- En la recta final de la primavera, casi para darle la bienvenida al verano, es la época deportiva más activa en el país. En teoría se deberían estar desarrollando el clímax de algunas competencias, sin embargo la pausa forzada de las justas han orillado a los atletas a entrenar en condiciones inhóspitas.
Algunas competencias nacionales e internacionales navegan en mares de incertidumbre al desconocer el futuro a corto plazo. Oficialmente se dio por finalizado la actividad de la Liga MX y está en duda la fecha en que se reanudaría actividades como la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) y la Cibacopa, solo por mencionar algunos.
La meta para los preparadores físicos, desde el punto de vista de Andrés Caballero, coach físico, es evitar perder las capacidades parciales o hasta totales que el deportista ha desarrollado durante la temporada de preparación en aspectos anatómicos, fisiológicos y funcionales que se dan en la propia competencia. Una manera de atacar esto es por mantener bajo estímulos psicométricos o excéntricos, las capacidades físicas del atleta. Lo que es inevitable es retomar el ritmo de alta competencia de inmediato.
“Todo va a ser paulatino. En el entrenamiento se dan algunas habilidades propias de cada deporte: fuerza o velocidad. Lo que sí es que van a regresar ‘desenganchados’. Eso sí no lo vamos a poder evitar”, aseguró el entrenador personal.
“Las otras adaptaciones se pueden trabajar, inclusive, sin equipo, dependiendo del estímulo excéntrico e indometricos, se puede trabajar y mejorar ese tipo de adaptaciones. Pero la cuestión técnico-atlética y la habilidad, no”, añadió.
Una de las mayores incógnitas en las que se va a regir el deporte bajo la “nueva realidad”, es saber la condición física de los deportistas y la reacción de estos ante las lesiones. Una manera de reducir el margen de reducir los traumatismos que deterioren aún más el ritmo de competencia de los atletas es con el trabajo complementado en otras ramas de la salud.
Resalta Caballero la importancia de asesorarse con otras especialidades. “Debe estar siempre en conjunto de todos los entrenadores: fisioterapeuta, médico, nutriólogo, preparador físico. Esto para reducir la brecha de lesiones”, dijo el entrenador. “Tenemos que respetar la estructura del organigrama”, agregó.
El trabajo en casa se ve limitado por la falta de equipo o espacio para explotar el potencial físico del deportista en cuestión. Esta etapa de trabajo, “Andy” la define como “pretemporada en casa”, ya que el objetivo es no perder el trabajo que ya se ha hecho.
Trabaja en conjunto desde el gimnasio Body Core con deportistas como el receptor, Xorge Carrillo y el lanzador, Jake Sánchez, ambos peloteros con los Toros de Tijuana. Además en su baraja de clientes aparecen nombres como la campeona mundial interina MiniMosca CMB, Kenia Enríquez; el peleador Alejandro “Pato” Martínez, entre otros atletas de diversas disciplinas como la halterofilia y ciclismo.
El plan de trabajo consiste en términos generales en hacer una rutina “lo menos complejo. Lo más fácil y digerible”, todo “dependiendo del equipo que tenían o el que podían conseguir”. El mayor obstáculo es desconocer cuánto tiempo e intensidad hay que aplicar sin llevar al extremo al cuerpo. “La incertidumbre no te deja planear nada”.
A través de una aplicación puede monitorear cargas y así evitar lesiones de sus atletas en esta etapa de entrenamiento. La tecnología es el mejor aliado a la distancia.
“En los ejercicios más complejos o técnicos necesito que me manden un video y yo les mando los ajustes a los atletas”.
Su labor va más allá de lo evidente. No solo se enfoca en el aspecto físico del deportista, sino en la motivación constante. Promover esa relación de competencia y ambición que es clave en los resultados finales de cualquier contendiente.
“Mi trabajo como coach en preparación física no es nada más ponerlos en forma, es convencerlos de que van a estar en su mejor forma física y comprometerlos a estar en su mejor etapa”, señaló Caballero.
Parte de la estrategia en la motivación es ver los resultados del primer campamento con el último que se ha realizado, tanto a nivel estético, como en el rendimiento del atleta.
“Conforme pasa el tiempo, tienen que estar mejorando. Tener una mejor calidad muscular. Tienen que ser más fuertes, más rápidos, más explosivos, siempre y cuando sigan el manual de cómo hacer la preparación”, apuntó.
El gimnasio Body Core vive por el momento una metamorfosis. El apogeo de la pandemia con la que se lidia por el virus Covid-19 ha cerrado los gimnasios del mundo, al ser centros de infección ideales para extender aún más el número de infectados.
Lo que más recuerda con melancolía “era ver como todos entrenaban al parejo y no existían egos. Todos se motivaban entre ellos. Se impulsaban a nivel emocional para ser mejores”, concluyó “Andy” Caballero.