Marcos Romero
Tijuana.- “Ojalá uno de estos niños que estamos apoyando llegue a lograr el sueño que todo boxeador quiere lograr, ser campeón del mundo”, dijo el pugilista mochiteco, Humberto “La Zorrita” Soto (69- 10-2; 37 KO) a su llegada a tierras fronterizas, quien busca a toda costa regresarle al boxeo un poco de lo que le ha dado.
Se llevó a cabo la segunda parte del Dual Meet que había formado la Liga Municipal Mingo Vázquez en Tijuana. El fin de semana se dieron los enfrentamientos de corte amateur entre boxeadores locales y otros de los Mochis, Sinaloa, quienes contaron con el apoyo especial del cuatro veces campeón del mundo en diferentes categorías (Pluma, Superpluma, Ligero y Welter).
“Los tengo que apoyar, los tengo que aconsejar y meterme un poquito de lleno con ellos en el gimnasio para decirles que el box no es un juego. Si se van a dedicar de lleno, que lo hagan de
“No deja de preocuparte porque este es un deporte donde te subes al ring y no sabes si vas a bajar, pero en fin, es un deporte al que yo le debo muchas satisfacciones porque me dio cosas que nunca me imaginé llegar a tener”.
Mil 360 kilómetros de ruta entre retenes, altas temperaturas y un camión propiedad del multicampeón mexicano, lleno de sueños e ilusiones por jóvenes y niños que buscan ser campeones del mundo, arribaron a Tijuana justo antes de la ceremonia de pesaje.
Se efectuaron diez peleas del Dual Meet en la Arena Big Punch bajo la organización de la promotora Terrazas Boxing Promotions.
Soto señaló que en Sinaloa hay obstáculos fuertes que no permiten desarrollar a los jóvenes talentos. Lejos de derrumbarlo y simplemente lamentar la situación, puso manos en marcha.
“Este es el segundo evento que hacemos en conjunto con el Deportivo Mingo Vázquez. Hay problemas allá, desde gimnasios hasta la comisión de box y lucha que hay allá en Mochis. Tuvimos que hacer este torneo. En pocas palabras, hacerte a un lado de las personas que no hacen para nosotros hacer algo para los muchachos que quieran salir adelante, afirmó el boxeador de 39 años de edad.
“Yo llegué a la cima donde todos los muchachitos. Quieren ser campeones del mundo. Yo llegué hacerlo cuatro veces y tengo la manera, tengo la posibilidad de ayudar a uno o a otro. Esta función se hizo en cuatro días, agregó.
Fue inevitable para Humberto Soto rememorar con orgullo ese duro inicio en el boxeo que sufrió él en carne y hueso en Tijuana. Voz de mando y experiencia que busca guiar a los futuros deportistas por un trayecto de éxito y crecimiento.
“Ahorita veo a muchos con miedo porque nunca habían salido de Mochis”, afirmó el púgil. “No es nada fácil el box. De alguna u otra manera, el apoyo que yo les brindo es acompañarlos, estar al pendiente de ellos, ya que en mi caso no fue así. Yo le tuve que ‘perrear’ por algún otro lado. No me da pena ni vergüenza. Hasta me quedé solo llorando aquí en Tijuana sin conocer nada, pero esto me gusta y me apasiona”, finalizó el mochiteco.