Arizona.- Luis Arráez se ha convertido en una garantía de hits para los Padres de San Diego. El pelotero venezolano llegó por segunda temporada consecutiva a la marca de los 200 imparables en Grandes Ligas y se perfila para coronarse con su tercer título de bateo.
Arráez se fue de 3-1 en el último juego de temporada regular. El doblete del pelotero de campo en el sexto inning ante Arizona prácticamente le aseguró al venezolano terminar la campaña con el mejor promedio de bateo en la Liga Nacional.
Marcell Ozuna es el más cercano perseguidor que tiene en este rubro. El pelotero de los Bravos de Atlanta batea para .304, pero el lunes jugará una doble cartelera ante los Mets de Nueva York, para finalizar con el calendario regular de las Grandes Ligas.
Shohei Ohtani se quedó cerca de la Triple Corona en su primera temporada con los Dodgers de Los Ángeles. El nipón terminó la campaña como líder de jonrones (54) y carreras remolcadas (130), pero se quedó un escalón corto en el promedio de efectividad (.310).
El primera base terminó la fase regular de la campaña en Las Mayores bateando para .314, con 200 hits, 32 extra bases, tres triples, cuatro cuadrangulares y 41 carreras remolcadas.
Arráez podría convertirse en el primer pelotero en la historia de las Grandes Ligas en ser líder de bateo con tres equipos diferentes (Minessota, Miami y San Diego). Y por si no fuera suficiente, lo haría en tres temporadas consecutivas.
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El venezolano podría convertirse en el primer pelotero de Padres en ganar un título de bateo desde que Tony Gwynn, en 1997, consiguiera este reconocimiento que ahora lleva su nombre.