Tijuana.- El talento a veces no es suficiente para abrir las puertas del éxito, sin embargo, la perseverancia y el deseo de trascender son capaces de derrumbar los obstáculos de la vida.
Las Ligas Mayores vio hace un par de años el nacimiento de una estrella de los diamantes. El tijuanense, Alejandro Kirk, pelotero de los Azulejos de Toronto ha tenido que luchar contra la adversidad para lograr materializar sus sueños.
El béisbol lo lleva en la sangre. La familia Kirk ha estado vinculado al rey de los deportes en todos los aspectos. Su padre lo jugó a nivel amateur y sus hermanos son prospectos en la Liga Mexicana de Béisbol.
Alejandro Kirk jugó en la Liga Infantil y Juvenil Municipal de Béisbol en Tijuana con el equipo de ‘Glu-Glu’, donde coincidió con Jonathan Aranda, otro pelotero que este año debutó en Grandes Ligas con los Mantarrayas de Tampa Bay.
Se formó en la Academia de los Toros de Tijuana. De inmediato su estatura y apariencia robusta provocó que múltiples scouts lo descartaran, pero sólo necesitó plantarse en la caja de bateo para hacer a un lado las dudas sobre sus capacidades.
En 2016 se llevó la triple corona de bateo en la Academia de la Liga Mexicana de Béisbol en El Carmen, Nuevo León. Bateó para .415, conectó 10 cuadrangulares y produjo 55 carreras, además de ser líder de hits (90) y de dobletes (24) en la competición.
RECHAZO
Su talento no pasó desapercibido y llamó la atención de varias organizaciones de las Grandes Ligas. Tampa Bay lo invitó a un campamento en República Dominicana para ver de cerca sus aptitudes en el diamante. Sin embargo, el final de este capítulo fue amargo para el tijuanense.
Los Mantarrayas lo desecharon por su estatura y robusta complexión física. El argumento fue que no cumplía con el prototipo estándar de un receptor de las Ligas Mayores.
El pelotero mexicano aceptó la caída y recogió sus aspiraciones pisoteadas para buscar otra oportunidad. Semanas después se presentó el interés de los Medias Blancas de Chicago, pero no pudieron firmarlo. Los Azulejos de Toronto aprovecharon y se hicieron de una futuro joya en sus manos.
LA GRAN CARPA
El tijuanense sólo necesitó de tres temporadas en las ligas menores para dar el salto a la Gran Carpa. Toronto lo debutó en la temporada 2020, año de la pandemia, pero el jugador estaba listo para el ruedo. De inmediato dejó en claro que su talento, persistencia y disciplina lo colocó en el lugar correcto.
El 12 de septiembre puso su nombre en el selecto grupo de peloteros mexicanos que jugaron en Ligas Mayores. Jugaron ante los Mets de Nueva York en Buffalo, casa temporal de los Azulejos por las restricciones de Covid-19 en Canadá.
Es el noveno tijuanense que llega a las Mayores. Se une a Benjamín Gil (1993-2003), Andrés Berumen (1995-1996), Esteban Loaiza (1995-2008), José Silva (1996-2002), Rigo Beltrán (1997-2004), Jorge Campillo (2005-2009), Óscar Robles (2005-2007) y Freddy Sandoval (2008-2009).
BRILLANTE ESTRELLA
Kirk se consolidó como uno de los mejores peloteros de esta temporada. El tijuanense batea este año para .315, con 84 imparables, 11 cuadrangulares, y 37 carreras remolcadas con Toronto.
Arrasó en las votaciones para el Juego de las Estrellas de este año. Se adueñó de la receptoría estelar de la Liga Americana con más de tres millones de votos en la primera ronda de elecciones.
El momento emotivo del Clásico de Mitad de Temporada fue cuándo al son del mariachi capturó el lanzamiento del legendario Fernando Valenzuela en el campo de los Dodgers.
Kirk se ha encargado de abrir su propio camino gracias a su talento nato en el diamante y la disciplina. El pelotero luce entre las jóvenes estrellas de las Ligas Mayores.