Con un impresionante .434 en porcentaje con el madero, Oscar Romero se coronó como campeón bateador, representando a Toros de Tijuana en la Liga Nacional de Prospectos (LNP) que finalizó el sábado con el título para el combinado Toros-Saraperos.
El tercera base fue el mejor a la ofensiva en este circuito que reúne a lo más granado de los prospectos de todo el país, ya que no sólo fue el campeón de porcentaje de bateo, sino que dominó el departamento de imparables conectados con 46 batazos a tierra de nadie.
Sus imparables fueron oportunos y los combinó con velocidad, ya que también fue el mejor en dobletes con 18 líneas de dos almohadillas y se ubicó segundo entre los productores de carreras con 26, sólo por debajo de las treinta que empujó su compañero de equipo Ricardo Celis.
El pelotero nacido en Monclova. Coahuila, fue tercero en carreras anotadas al sumar 28, además, recibió 21 bases por bolas y apenas se ponchó en 11 ocasiones durante 29 duelos en los que tuvo 134 apariciones al plato. Fue el menos ponchado entre los peloteros que tomaron cien o más turnos.
Romero despuntó en esta campaña en la que sin duda fue el mejor pelotero de la LNP y dio un paso muy importante en camino a conseguir el sueño de debutar en la LMB.
De familia beisbolera, el diestro de 18 años es hijo de Oscar Romero, director deportivo de Toros de Tijuana y de gran carrera tanto en la LMB como en la Liga Mexicana del Pacífico (LMP) y es sobrino del temido ex cañonero Marco Antonio Romero.