Tijuana.- A Ricky Álvarez el campeonato se le ha negado en sus ocho años de carrera en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), sin embargo, asegura que nada se compara con el privilegio de jugar en el equipo de su ciudad natal.
El primera base tijuanense ha estado muy cerca de su primer título en la pelota veraniega, se podría decir que a días o meses de su primer anillo, ya que portó, con anterioridad, las casacas de los dos monarcas de la temporada 2018.
Leones de Yucatán se coronó en el primer certamen del 2018 y Ricky Álvarez estuvo en su roster durante 47 juegos del rol regular y los playoffs del 2017 en un préstamo de Sultanes de Monterrey al equipo peninsular.
Luego en ese primer torneo del 2018 el diestro regresó a los “fantasmas grises” y se midió a su ex equipo, los “melenudos”, perdiendo la Serie del Rey en siete juegos.
Para la segunda mitad del 2018, los “regios” lo cambiaron a Rieleros de Aguascalientes por el aporreador cubano Félix Pérez y de nueva cuenta se le escapó el cetro, ya que sus ahora ex compañeros se coronaron al derrotar a Guerreros de Oaxaca en seis juegos.
“Se me ha negado el campeonato, pero creo que por algo pasan las cosas y tenemos que seguir trabajando y a lo mejor me toca esa campeonato aquí con Tijuana, en mi ciudad, quizá se me esté guardando ese campeonato para que sea algo más especial”, comentó Ricky Álvarez en entrevista para el Podcast “Círculo de Espera Radio”.
El cambio que lo envió de Sultanes a Rieleros y que le impidió ser parte de ese título que ganaron los dirigidos por Roberto Kelly en la temporada 2018.2, fue el que le abrió las puertas para cumplir con su sueño de jugar en Toros de Tijuana.
“Salí del equipo el año que quedó campeón Sultanes; en el segundo torneo fui cambiado a Aguascalientes, entonces si no me hubieran movido a Rieleros me hubiera quedado en Monterrey y podría haber sido campeón, pero no hubiera tenido la oportunidad de llegar a Tijuana, entonces todo esto es raro, pero es parte de este negocio del beisbol”, explicó.
Su deseo se hizo realidad en 2019 y el cañonero de 37 años no desaprovechó su localía al armar la mejor temporada de toda su carrera en la LMB.
“Siempre había querido jugar con Toros, desde que el beisbol regresó a Tijuana, pero eso no depende de uno, tienes que ser cambiado o comprado, en fin, tienen que pasar muchas cosas”, comentó.
Álvarez impuso marcas de Toros de Tijuana para una temporada con 159 hits, 29 cuadrangulares y 95 carreras empujadas.
“Obviamente me hubiera gustado quedar campeón en el primer año que llegué a Tijuana para así ya estar más tranquilo en años por venir, pero si estoy contento y sé que ese campeonato llegará”, concluyó.