Marcos Romero

Tijuana.- Toda historia tiene un inicio. Óscar Dautt es el menor de los varones en su familia, por lo que tuvo la oportunidad de ver, analizar y aprender de su hermano mayor Hugo, quien llegó a jugar en la tercera división del balompié profesional en Guasave, siendo su guía en esos primeros pasos que lo llevaron rumbo a la portería.

“Yo soy el más chico de los hombres, entonces siempre había una competencia para buscar igualar al hermano, quien es el guía, el ídolo, es el que quieres ver. Yo con mi hermano Hugo tuve una afinidad muy grande por el tema de la portería porque él era el mayor de los arqueros”, dijo. “Todos queríamos ser como él, porque ya estaba jugando en Tercera División profesional en Guasave”.

Con la responsabilidad que conlleva ser estudiante y seguir tu pasión, Óscar decidió buscar la manera de involucrarse en la rutina diaria de Hugo, a quien le agradece por los improvisados entrenamientos en el parque o en su casa, que fueron las bases para llegar al profesionalismo.

“Siempre quise igualar a mi hermano. Lo veía y me gustaba todo el ritual que tenía, desde la vestimenta hasta los guantes, siempre en casa se vivió eso, la afinidad o gusto al deporte. Era la motivación de querer ser como él, para igualarlo, el gusto nace de ahí, las ganas el deseo y soñar con llegar lo más lejos posible, ahí nace, en el patio de mi casa prácticamente”, expresó el ex guardameta de Xolos de Tijuana.

“Yo me le pegaba mucho desde los partidos en el sector amateur hasta ir a ver los entrenamientos en Tercera, que eran en la tarde, después de la escuela. Tuve la fortuna de poder tenerlo porque dedicaba sesiones todavía en casa. Tenía el tiempo de calidad después de ir a entrenar en la tarde con su equipo”, concluyó el sinaloense.