Tijuana.- La Jauría sumó su primera victoria en el campeonato. Los Xolos de Tijuana superaron por la mínima diferencia (1-0) a los Pumas de la UNAM.
El sufrido triunfo se logró con una joya. El central, Lisandro López, se vistió de héroe al anotar un golazo de volea con la pierna izquierda. El zaguero goleador volvió a demostrar su calidad.
La buena noticia fue el necesario triunfo de los rojinegros para recuperar la confianza que han malgastado en el balompié mexicano; la mala noticia es que, con la victoria de Atlético de San (1.0952), los fronterizos (1.0444) retomaron el último lugar de la Tabla de Cocientes.
EL JUEGO
El Club Tijuana desperdició un sinfín de ocasiones de gol. El principal señalado es Facundo Ferreyra, quien vivió la que posiblemente fue la peor noche de su carrera.
Rápido en el juego se notó la intención de ganar de la Jauría. El ‘Chucky’ Ferreyra tuvo la primera de su oscura noche con un disparo que mandó arriba del arco. Lo más valioso de la acción fue el gesto técnico de alejarse del central universitario, dejar entrar el balón a su perfil derecho y disparar sin pensarlo.
Los Xolos continuaron encimando a Pumas en su propia área y dejó algunas ocasiones de peligro. El portero felino, Alfredo Talavera, dudó en su salida a un balón parado y por poco se mete en su arco. El esférico dramáticamente se impactó en el travesaño.
Instantes después, una acción de contragolpe la finiquitó Renato Ibarra con un disparo franco a las manos de Talavera. Lo más rescatable del ecuatoriano en todo el juego.
La dramática noche de Ferreyra inició con su primer mano a mano errado. Recuperó el balón en la salida de Pumas y quedó franco frente al arco de Alfredo para definir. Buscó arrinconar el balón pegado al segundo poste, pero el pie salvador del guardameta impidió la caída de su arco.
El fútbol da revanchas y la de ‘Chucky’ llegó en unos minutos. El atacante recibió el pase filtrado de David Barbona y se enfiló al arco para encarar de nueva cuenta a Talavera. Ferreyra tuvo tanto tiempo para pensar que hacer que no supo que hacer. Erró de la manera más ridícula posible. Un intento de ‘globear’ al arquero universitario que sólo evidenció ante la gente al delantero.
Avanzado el primer tiempo, el silbante del cotejo, Diego Montaño, señaló penal. De inmediato Facundo Ferreyra exigió el balón y se plantó firme en el punto penal. De frente, pudo retar a sus fantasmas en el Mictlán, pero estos se apoderaron de la confianza del argentino. Volvió a fallar, ahora desde los once pasos.
El balón salió del campo pero de inmediato el VAR hizo de las suyas. Se repitió el penal y ‘Chucky’ de nueva cuenta asumió el reto. Y volvió a fallar. Una noche de pesadilla para el atacante. Sus compañeros de inmediato se acercaron para consolarlo, pero el daño ya estaba hecho.
Cada ocasión que Ferreyra buscó hacer contacto con el balón, la afición fronteriza se lo recriminó.
En la segunda mitad intentó responder Pumas. Un cabezazo franco de Juan Dinney fue de lo más destacado, pero sin peligro de gol.
Los delanteros viven de las rachas goleadoras. Facundo Ferreyra, antes de ser retirado del campo, volvió a fallar una ocasión importante en el área chica.
Su lugar en el terreno de juego lo tomó alguien que sabe exactamente lo que es estar viviendo una mala racha. Ingresó Mauro Manotas, y el colombiano aplaudió y pidió el mismo apoyo a la afición para un visiblemente frustrado ‘Chucky’ Ferreyra. La gran mayoría de los espectadores le recriminaron lo sucedido; sus compañeros del banquillo se le acercaron para consolarlo.
Tal fue la insistencia y falla del Club Tijuana, que sólo podían abrir el marcador con una joya. Y así fue.
El zaguero central argentino, Lisandro López, anotó por segundo encuentro consecutivo. Una volea de pierna izquierda al ángulo adelantó a la Jauría en un duelo cargado de errores.
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Los universitarios trataron de responder, pero no generaron más que intentos desesperados por rescatar un empate de milagro.
El duelo finalizó y Xolos ganó. No todos los aficionados presentes se olvidaron del espectáculo de fallas que montó Ferreyra, pero de igual manera celebraron el triunfo.