Tijuana.- Los Xolos de Tijuana se mantienen firmes en el fondo de la tabla general y porcentual del balompié mexicano.
Cayeron ante la Máquina de Cruz Azul (0-1) por la mínima diferencia en el marcador, pero una abismal distancia en métrica futbolística. Luis Romo (16’) disparó de larga distancia y le dio la victoria a los cementeros con un derechazo.
El estadio Caliente se pintó de azul. Los cementeros invadieron el Mictlán y se adueñaron de la casa del Club Tijuana. Invasión celeste.
EL JUEGO
Los rojinegros, dirigidos en esta ocasión especial por Juan Ignacio Palou, trataron de hacerle frente a un equipo armado para disputar el campeonato, cuestión que se vio reflejado dentro del terreno de juego.
La Máquina jugó por nota. “Pol” Fernández retrasó su posición para colaborar con la salida limpia y desde el fondo, con conexión casi directa con Orbelín Pineda, un cazador de espacios en la zona de interior al que nunca lograron encontrar su rastro los miembros de la Jauría.
Los minutos transcurrieron y el dominio celeste era más evidente. La posesión de balón estaba inclinado de un solo costado, del bando azul.
La primera aproximación del encuentro fue un disparo de larga distancia de Orbelín Pineda que forzó a Jonathan Orozco realizar un lance salvador. El elemento celeste tomó el rebote afuera del área e impactó el esférico con violencia, ajustado al poste izquierdo del Guardián del Mictlán, quien salvó su arco con heroísmo.
No pasó mucho tiempo para que los cementeros finalmente lograran reflejar el dominio en el marcador. El medallista olímpico, Luis Romo, controló el balón afuera del área y disparó al poste para posteriormente introducir la pelota al fondo de las redes. Un derechazo cargado de calidad del sinaloense.
La Jauría tardó en responder y reconectarse. La propuesta de Palou no fue diferente a lo que venía trabajando Robert Dante Siboldi en la frontera. Mismo esquema y misma apatía de algunos elementos caninos.
Los Xolos trataron de igualar el marcador en una gran acción individual de Christian Rivera, de lo más destacado que ha presentado el Club Tijuana en esta pobre campaña. El colombiano condujo de derecha al centro, hasta conectar con Cristián Ortiz. El argentino atacó el espacio a espalda de los defensores centrales y trató de rematar de primera, aunque su disparo fue controlado sin problemas por José de Jesús Corona.
Xolos se animó y por poco empató el juego. Vladimir Loroña remató dentro del área un servicio de “Titi" Ortiz, mismo que impactó en el travesaño de forma dramática antes de concluir la primera mitad.
Para la segunda mitad, “Nacho" Palou propuso un grado de intensidad más alto en el encuentro y por poco da resultado. Esteban Pavez se animó a disparar de larga distancia y Corona evitó la caída de su largo en el primer tramo de la parte complementaria.
La Máquina se adaptó a las circunstancias y replegó en su juego. Buscó hacer daño desde el contragolpe con una defensiva vulnerable al espacio. Ingresó Jonathan Rodríguez para ser el elemento de peligro en las transiciones.
Los Canes Aztecas, sin idea de juego, como en todo el torneo, buscaron igualar el marcador más por la intensidad anímica que por futbol. Aunque cuando las gradas apoyaron a los fronterizos, fueron silenciados por la evidente superioridad de afición cementera.
Palou apostó todo por el empate de última hora. Cambios ofensivos que aportaron poco y un juego a base de balonazos desesperados al área para tratar de revertir una situación que tiene años gestándose en la frontera.
Los Xolos de Tijuana continúan su camino descendiente en todos los sentidos. Los fronterizos están en el fondo de la tabla de cocientes (1.0123), muy por detrás de FC Juárez (1.0741) y Los Rayos del Necaxa (1.1481). Y de la tabla general, con siete puntos recolectados de los 36 que se han disputado.