Los ensayos en humanos de la vacuna candidata contra Covid-19 que desarrolla la Universidad de Oxford han mostrado "resultados prometedores" al haber estimulado la respuesta deseada del sistema inmune, según reveló este jueves la prensa del Reino Unido.
En la fase de estudio en humanos, que comenzó en abril y en la que participan unos 1.000 voluntarios sanos, los científicos han detectado que la posible vacuna genera los anticuerpos y las células T que podrían ser las adecuadas para generar una respuesta inmune contra la COVID-19.
Los investigadores señalaron que aún tienen que demostrar que esta respuesta inmune combinada es suficiente para evitar la infección, pero precisaron que el hecho de que se haya probado tal efecto es muy positivo.
Según Daily Telegraph, la primera fase de los ensayos clínicos en humanos ha demostrado que la vacuna genera una respuesta inmune contra el virus, con anticuerpos y linfocitos T, "células asesinas" contra la infección.
"Es la combinación de los dos que esperamos que proteja a la gente", agregó la misma fuente en las columnas del Daily Telegraph, "es un momento importante, pero aún queda un largo camino por recorrer".
Sin embargo, estos resultados, calificados de "extremadamente prometedores" por una fuente anónima de alto nivel citada por el periódico, no permiten aún saber cuál sería la duración de la protección ofrecida por la vacuna.
La universidad simplemente indicó que una parte de los resultados sobre la seguridad de la vacuna serán publicados en la revista médica The Lancet el próximo lunes.
Este proyecto, en colaboración con el laboratorio Astrazeneca, es considerado uno de los más prometedores entre la multitud de trabajos en curso en el mundo.
La universidad de Oxford, cuyo proyecto también está financiado por el gobierno del Reino Unido, ha establecido una asociación con el laboratorio farmacéutico para la fabricación y distribución mundial de la vacuna en desarrollo, para que pueda estar disponible rápida y masivamente en caso de éxito.
La vacuna que desarrollan los investigadores de Oxford se basa en un adenovirus modificado, que generalmente afecta a los chimpancés.
Según la universidad, "genera una respuesta inmunitaria fuerte con una sola dosis y no es un virus que se replica", por lo que "no puede causar una infección continua en el individuo vacunado".
David Carpenter, presidente del comité de Ética de Investigación de Berkshire, que aprobó el ensayo de Oxford y continúa trabajando con este grupo de científicos, afirmó que el equipo estaba "absolutamente encaminado" a lograr la vacuna.
"Nadie puede poner fechas finales... las cosas podrían salir mal, pero la realidad es que al trabajar con una gran compañía farmacéutica, esa vacuna podría estar bastante disponible en septiembre y ese es el tipo de objetivo en el que se está trabajando", señaló.