Un grupo de científicos de la Universidad de Duke, Estados Unidos, publicó en la revista Science Advances un nuevo estudio de campo en el que analizaron 14 tipos de mascarillas distintas, las cuales se utilizan para evitar el contagio y propagación del Covid-19.
Con el objetivo de demostrar cuántas partículas de saliva pueden salir de la nariz y de la boca al estornudar o toser, siempre llevando un cubrebocas.
El método de medición fue sencillo, los científicos hicieron que los participantes hablaran mediante un agujero y repitieran cinco veces la frase: "manténganse saludable, gente".
Con este método, cualquier partícula de saliva que pudiera desprenderse del cubrebocas utilizado, quedaría registrada en una hoja de luz dispuesta delante de los voluntarios. Esta situación se realizó primero a boca descubierta, y luego se repitió con 14 tipos de mascarillas distintas.
Así fue como se llegó a la conclusión que la mascarilla más segura es la N95 sin válvula de exhalación.
Seguida en segundo lugar por la máscara quirúrgica de tres capas.
Y como tercera mejor opción se determinó la mascarilla de algodón-polipropileno-algodón, mientras que la cuarta posición fue para la de delantal de polipropileno de 2 capas.
Además se estableció que las mascarillas menos seguras para prevenir contagios son las mascarillas vellón.
En su documento indican que llevar este tipo de protección sería igual a no tener nada, ya que la filtración es mayor. Al igual que con las bandanas de trekking o las pañoletas, ya que al no estar diseñadas para filtrar el aire, su eficiencia es nula.