Hay influencers que mueven miles de personas con tan solo decir unas pocas palabras, pero a veces la responsabilidad que ello conlleva es enorme, y a muchos creadores de contenido se le puede ir de las manos.
Y eso sucedió con Kai Cenat, creador de contenido con más de 100 mil suscriptores activos en Twitch, quien anunció que haría una rifa en persona para regalar un PlayStation 5, la cita fue el 4 de agosto en Union Square Park, uno de los parques más populares de Nueva York, Estados Unidos. Lo que nunca imaginó es que la noticia fuera difundida y llegara a oídos de más personas.
De acuerdo con reportes de CBS, fueron aproximadamente 2 mil personas las que aparecieron para intentar ganarse una consola. Si bien se reportan pérdidas materiales, afortunadamente parece que nadie salió herido en esta reunión.
La situación escaló de tal forma que el Departamento de Policía de Nueva York tuvo que desplegar mil unidades para controlar la situación, además de arrestar al influencer quien inició todo esto, ya que no avisó ni pidió permiso a las autoridades de que iba a reunir a muchas personas en un mismo lugar.
Kai Cenat podría enfrentar problemas legales
En una transmisión en vivo, Kai Cenat dijo que su intención nunca fue causar caos y puntualizó que lo único que deseaba hacer era retribuir a su comunidad con un regalo.
“Nada de eso está bien. Estoy más que decepcionado por las cosas que sucedieron el viernes. Y quiero que la gente sepa que nada de eso fue mi propósito. Tenía buenas intenciones (…) No apruebo ninguna de las cosas que sucedieron ese día. Nada de eso es genial. Veo videos de personas que comienzan a pararse en los carros y me pregunto: ‘¿por qué?’”, comentó el streamer.
En declaraciones para el medio PC Gamer, un representante de la Oficina del Comisionado Adjunto de Información Pública de la Ciudad de Nueva York confirmó que Kai Cenat enfrenta cargos por incitación, reunión ilegal y disturbios. Los primeros 2 son delitos menores, mientras que el tercero representa un crimen grave de clase E que conlleva penas de hasta 4 años en prisión y una multa de 5 mil dólares.
Lo que pudo haber convertido en un acto bondadoso, se volvió un en un evento catastrófico que posiblemente, nunca se olvide y será un recordatorio de como no se deben llevar a cabo este tipo de eventos.