Adquirir una blusa Gucci o Carolina Herrera, así como abrigos o accesorios de Chanel o Dior puede implicar un gasto significativo para los amantes de la moda, quienes al final optan por gastar su dinero en aplicaciones de fast sale como Shein, una industria que genera un consumo voraz y poco sustentable. Bajo esta lógica nace la startup mexicana
Bajo esta logica nace la startup mexicana RAG que fundo y dirige Ana Paula Godoy, quien platica a El Sol de Méxice cómo logró cambiar el modelo de fast sale a resale, es decir, vender productos de lujo de segunda mano a precios accesibles y cobrar una comisión que varía según el articulo que se oltezca.
Para el cliente, el resale ofrece una oportunidad de conseguir piezas que ya no están en venta, piezas únicas o de colecciones de lujo a un precio accesible y que mantienen una gran calidad. Mientras que para las marcas es una alternativa que brinda un enfoque mucho más responsable y amigable con el medio ambiente, comentó Godoy,
La emprendedora originara de Jalisco y con estudios en Diseño de Moda, comenzo a trabajar en la minorista de moda de lujo Gran Via. Fue ahi donde identifico el potencial de vender productos de lujo y de calidad que ya habían sido usados.
“Empecé a desarrollar RAG en 2020, justo durante la pandemia, y tuvimos mucha suerte al atraer a clientas que estaban en casa, necesitadas de dinero y buscando una plataforma para vender sus pertenencias. Por otro lado, había clientas que, por el contrario, no podían salir a comprar, y buscaban formas de gastar su dinero. Así iniciamos”, cuenta Godoy.
En México, el comercio electrónico minorista repuntó 23 por ciento anual durante 2022, generando un valor de mercado de 528 mil millones de pesos, según un estudio de la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO). Las categorías más populares de compra fueron moda y belleza.
RAG se promociona como una plataforma de compra-venta de artículos de lujo de segunda mano, lo que implica un ahorro significativo y la promoción de una economía circular.
En su primer año lograron un crecimiento de 500 por ciento en ventas.
“Vimos que esto funcionaría y crecería. Ya conocía este tipo de negocios de otros países como Estados Unidos y Europa, donde el mercado de segunda mano es vasto. Nos inspiramos en ellos, pero nuestro objetivo es alcanzar una economía circular”, añadió la emprendedora. La plataforma opera con un modelo de comi- sión escalonada, que varía entre 18 y 25 por cien- to, y se aplica solo si el producto se vende. Según la fundadora, en RAG ingresan aproximadamen- te 500 productos nuevos cada mes, y 60 por ciento se vende en las primeras 24 horas. Ade- más, 20 por ciento de los vendedores se convier- ten en clientes recurrentes, consolidando la leal- tad de los usuarios.
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En los próximos años, RAG tiene planes de expansión dentro y fuera de la red. En primer lugar, busca crear su propia plataforma, que vaya más allá de ser simplemente un lugar de compraventa, convirtiéndose en un marketplace completo con experiencias personalizadas, seguimiento de productos y un sistema de apartado para los clientes.
En cuanto a la presencia física, la startup, que ya cuenta con dos ubicaciones en Guadalajara, tiene como objetivo llegar a ciudades como Monterrey y Ciudad de México, manteniendo un enfoque constante en el crecimiento digital y la mejora de la plataforma.