"Gracias papá" es una historia de amor, es publicado por la editorial Penguin Random House, a través de Grijalbo. Suárez Gomís explica que hace algunos años, en una reunión con esta misma editorial, su padre accedió a la petición de escribir sus memorias. “Nunca las concretó y en realidad no sé si habrá escrito algo”.
Con ese antecedente es que el actor y escritor se sentó en agosto del año pasado a escribir esta historia que lo llevó a viajar en el tiempo hasta principios del siglo XX, cuando su bisabuela Josefina se fue a la Revolución Mexicana como soldadera.
La historia se inspira en el recuerdo nítido para Héctor Suárez Gomís: su hermana golpea la puerta de su recámara para avisarle que su papá, Héctor Suárez, ya no respira. “Casi tira la puerta”, cuenta Suárez Gomís, quien explica que desde días antes, toda la familia estaba reunida en la casa de Cocoyoc, en Morelos.
Las 26 horas que siguieron a ese momento (el actor murió el 2 de junio de 2020) son el detonante de lo que literariamente es una biografía novelada sobre Héctor Suárez, pero que a su hijo le gusta resumir como “las enseñanzas de un maestro a su discípulo”.
“Durante siete meses me dediqué a escribir este libro en el que narro quién fue Héctor Suárez. Al leerlo van a descubrir a un hombre tierno, amoroso, inteligente, espiritual, pero sobre todo; a un gran maestro”.
“El libro se llama 'Gracias, papá'; y luego, como subtítulo, tiene la frase 'Una historia de humor', pero está tachada la palabra 'humor' y encima se escribió AMOR. Porque cada episodio tiene grandes lecciones y también una carga emotiva que viene de la hermosa relación que tuve con mi padre.
Josefina es un personaje fundamental en la vida de mi padre. Fue ella la que lo educó, la que le enseñó muchas cosas de la vida. Fue una mujer extraordinaria. No se puede contar la vida de mi padre sin su agüe”, dice Suárez Gomís, quien tiene sus propias anécdotas con la bisabuela. “Aunque yo era muy niño, alcancé a conocerla y jamás se me va a olvidar. Tengo grabado en mi memoria un momento en el que yo le pido que me deje tocar sus arrugas.
Hay otro capítulo dedicado a la relación entre Héctor Suárez y Cantinflas. “Es algo que hasta ahora no se sabe: el encuentro que sucedió entre mi padre y Cantinflas en Madrid, y la importancia que tuvo al comienzo de su carrera”.
Con disciplina, Suárez Gomís trabajó en el libro como si fuera una narración en dos tiempos: el recuerdo de la vida y después frente a sus cenizas en la capilla de su casa de Cocoyoc.