Agudos retratistas de la realidad de los mexicanos, y jefes de la música norteña, Los Tigres del Norte cumplen 55 años de rondar por la República Mexicana, Estados Unidos y otros países, logrando que sus canciones se escuchen sin conocer fronteras.
Los músicos y hermanos originarios de Sinaloa, radicados en San José, California, están de regreso en la Ciudad de México para cantar con todos sus fanáticos sus más grandes éxitos, pero también para presentar su nueva canción Pan y miel, en dos shows sold out este 9 y 10 de junio, en la Arena México.
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“Va a ser un concierto con varias sorpresas. La verdad es que estamos muy felices y con una emoción muy grande por regresar luego de la pandemia. A nosotros nos gusta hacer cosas diferentes cada que nos presentamos, para sentir otro tipo de ambiente, siempre pensando en tener una relación personal con nuestro público”, adelanta Jorge Hernández el cantante y acordeonista de Los Tigres del Norte, en entrevista con El Sol de México.
Sobre la respuesta que reciben del público capitalino, el bajista Hernán Hernández, afirma que se trata de “una conexión profunda, que se ha construido hace bastante tiempo”, desde los años setenta, cuando recién estaban promoviendo sus primeros éxitos, como Camelia la texana y que presentaron por primera vez en una arena de lucha libre, para luego dar el paso multitudinarias actuaciones en deportivos y apariciones en programas de televisión.
Con un repertorio de más de 80 discos, seis premios Grammy y 12 Grammy Latino, para Raúl Hernández, bajo sexto de la agrupación, su éxito radica en las letras. “Porque nos preocupamos mucho que cada canción tenga un mensaje positivo, que sean canciones sanas. Por ejemplo, en el caso de los migrantes, que sufren y padecen muchas cosas, creo que el mandarles un mensaje de aliento puede ayudarles a querer seguir adelante y superarse. Así nosotros tenemos canciones de muchos tipos, políticas y de amor o desamor, y también nuestros corridos, que es nuestra tradición y que no cambiaríamos por nada”.
Luis Hernández, quien es el más joven de los integrantes, considera que se debe al modo en que la agrupación “se ha ido involucrado con la sociedad, más allá de lo musical, volviéndose incluso en ejemplos de vida para la gente”.
CORRIDOS CON MENSAJE
Desde sus inicios, cuando fueron conocidos como autores de corridos que hacían claras alusión al mundo del narcotráfico, llegaron a recibir censura, apunta Hernán. “Al final, en los corridos de Los Tigres del Norte, hemos tenido el cuidado de que las historias manden consejos, como ‘si andas mal, terminas mal’. Casi en la mayoría de nuestros corridos todos terminaron mal, unos en la cárcel, otros en los hospitales y otros más en los panteones”.
Hernán asegura que hoy en día, el género del corrido norteño ha tenido grandes cambios, tanto en el lenguaje, como en las formas de interpretarlo y sus temáticas.
Al respecto, Luis comenta que ellos son conscientes de la responsabilidad que tienen, al ser una de las agrupaciones con mayor tiempo en la industria. “Cuando tú grabas un tema, debes estar consciente, que éste va a abrirle la mente al público que te escucha”, sin importar en qué parte del mundo se encuentre.
Luis aclara que Los Tigres del Norte se proclaman a favor de la libertad de expresión, tanto en su propio trabajo, como en el de las nuevas generaciones, que le están dando un aire nuevo al corrido.
“Cada quien escoge lo que quiere escuchar. Todos los días hay alguien que te puede ofrecer droga o alcohol, pero eres tú el que decide lo quieres hacer contigo; es lo mismo en la música, hay diferentes artistas y canciones y uno decide lo que quiere escuchar. Pero si como músicos mandamos un mensaje positivo, se pueden evitar esos problemas de censura, que sí, ha habido hacia nosotros, pero también nos hemos preocupado porque nuestras letras quepan en todos los lugares y todos los mercados”, agrega.
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“Ayer leí un par de artículos sobre artistas mexicanos que han logrado penetrar en el extranjero y entre ellos estábamos nosotros, eso me hace pensar en que todo esto es un trabajo mancomunado, de gente que estaba incluso antes de nosotros y nosotros que le dimos fuerza, así como ahora lo es de las nuevas generaciones.
“Eso es lo que se busca de la música, que se conozca, y ese es el gran valor de este género. Ya no importa que lo llamen ‘regional mexican music’, porque en realidad está en todas partes”, finaliza Jorge.
