El escritor y director, Marlon Morales Guerrero, originario de Tijuana, ha creado distintos proyectos bajo la firma de su casa productora Producciones Contraluz. El cineasta habla de la pasión que le tiene a esta profesión y sus próximas metas.
“Desde chico me ha gustado el cine, mi familia siempre ha hablado de directores, actrices y actores. Recuerdo que de pequeño usaba una videocámara VHS, y me gustaba grabar a mi mamá o a mi hermano actuando, creo que desde entonces había un interés”, explicó Marlon Morales para El Sol de Tijuana.
El joven director estudió cinematografía en la Universidad Internacional de las Californias, donde ha continuado colaborando con proyectos. Su cortometraje “Emma o (Los inconvenientes de un suicidio)” ganó la categoría de “Mejor del Show” en el “Festival Regional de Tijuana FotoFilm” (2018) en su 2da edición. “Este trabajo habla de un escritor que quiere suicidarse pero no puede, este corto vino a sustituir un proyecto anterior que no salió, así que fue muy grato ver que ‘Emma’ ganó en este festival”.
Su cortometraje “Cortando sangre” participó en la 15a edición del “Festival Internacional de Cine de Monterrey,” y en la selección oficial del “Festival de Cortometrajes Latinoamericanos Lúdico”, entre otros. “Este corto tiene influencias del cine japonés de los sesentas, fue el segundo proyecto que concretamos en la universidad”.
“Horas de expreso” (2019) fue su último proyecto realizado antes de la pandemia, tuvo su estreno en las redes de Producciones Contraluz, a principios de este año. “Este cortometraje regresó al ‘Festival de Monterrey’ 2021 (16 al 29 de agosto). Habla de un padre de familia que es extorsionado para matar a otro hombre en menos de 24 horas, todo cambia cuando decide no hacerlo. Lo grabamos en locaciones reales, en Tijuana, pero lo que queríamos es que se viera en otro lugar”, comentó.
Además, Marlon ha colaborado dirigiendo dos videos musicales de la banda tijuanense Entre Desiertos. “El video musical lleva por nombre “Días negros”, quisimos hacer una historia, donde un día saliera mal para muchas personas”, contó. Y “Zengue” fue realizado en cuarentena dirigidos y conceptualizado desde casa. “También fue un video musical pero grabado a distancia, ninguno de los que realizamos este video nos vimos, nos estuvimos coordinando con llamadas y fotos, fue algo muy interesante”.
Su más reciente cortometraje “Hypocrisis” cuenta la historia de un alcohólico sacerdote que recibe confesiones en línea durante la eterna cuarentena. Es un proyecto que utiliza las nuevas herramientas de la nueva normalidad (videoconferencia tipo zoom o google meet) para contar la historia. Fue rodado durante finales de 2020 y se siguieron las normas y regulaciones de la contingencia.
“Estamos a un año y medio de la pandemia, y queremos seguir haciendo proyectos, sabemos que las cosas se tienen que movilizar para continuar presentando nuestro trabajo”, enfatizó Morales, quien trabaja junto un gran equipo, sobresaliendo Bianca Arvizu, directora de fotografía.