Entre el 10% y el 15% de las personas que son atendidas por la Comunidad Terapéutica de Rehabilitación y Reinserción Social del Adicto (Cotrrsa) son migrantes deportados, de acuerdo con Luz Vianey Robles Hernández, directora del Instituto Municipal Contra las Adicciones (Imcad).
Actualmente, detalló la directora del Imcad, en Cotrrsa son atendidas 16 mujeres y 70 hombres. “De los 70 usuarios que tenemos, el 10% o 15% son migrantes”, añadió.
La funcionaria municipal mencionó que esta cifra no es alta, y comentó que desde el pasado 10 de abril, que inició el programa Integrando Vidas, han observado que no todos los migrantes deportados en situación de calle que habitan en la Canalización del Río Tijuana sufren adicciones.
Sin embargo, el riesgo de que las personas en contexto de movilidad en situación de calle que fueron deportadas padezcan una adicción es muy alta, entre 50% y 60%, agregó Robles Hernández, y detalló cuáles son los factores que provocan las adicciones en esa situación.
“Si no hay un ingreso es más fácil calmar el hambre, el sueño, calmar los pensamientos, el estrés de no tener una casa o un ingreso, claro que es un factor”, dijo.
La directora del Imcad también destacó que el 50% a 70% de las personas que son atendidas en el centro de rehabilitación de Cotrrsa para hombres son personas que se encontraban en situación de calle.
“El mayor consumo por estadística que nosotros tenemos es metanfetamina, de ahí le sigue la heroína, después el alcohol, y otros que han sido menos para ellos El fentanilo está en el cuarto o quinto lugar en estadística”, detalló.
Robles Hernández también mencionó que el consumo de fentanilo ha incrementado un 15% en lo que va de este año, en comparación con 2022 entre las personas que se encuentran en situación de calle.
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Hasta el momento, finalizó la directora del Imcad, no han sido atendidos adolescentes por consumo o adicción al fentanilo.